Ayer fue la última jornada de trabajo para la portera Otilia Herr, en la Escuela N° 32. Y para despedirla no solamente estuvo la comunidad educativa de este establecimiento, sino también llegaron miembros de cooperadora y directivos de la Escuela N° 34 (el primer establecimiento en que cumplió funciones), y de la Escuela N° 1, donde también fue portera.
El acto de despedida fue sumamente cálido, sin protocolo, y con todo el cariño que esta mujer supo generar a su paso.
En los días previos le habían sacado fotos, la habían filmado trabajando, y le habían hecho una encuesta de donde surgió cuál era su color preferido, sus sueños no concretados, la flor que más la gustaba.
Nada de esto faltó en este último día de trabajo.
Acompañada por su madre, Mercedes, y por sus dos hijos, Otilia tuvo la oportunidad de recibir el saludo y los buenos deseos de que los tiempos por venir sean sin prisas y plenos de felicidad, de parte de todos las personas que la quisieron bien. Así estuvieron presentes ex directivos de la Escuela N° 32, Mirta Alberdi y Adriana Otamendi; también ex docentes y otros miembros de la comunidad educativa, como Elva Calvo, compañeras porteras, miembros de la cooperadora del establecimiento, y también representantes de la Escuela Rural N° 34, donde cumplió tareas por primera vez como portera, hace 40 años atrás, y por un lapso de 5 años.
Se le entregaron una serie de presentes, y recuerdos. También se le hizo entrega de una antigua foto de la escuelita rural, donde está Otilia Herr con un grupo de alumnos.
Por su parte, Oscar Nieves, le cantó a capella una canción que le hace justicia: Honrar la vida y le hicieron un video con todas sus vivencias y recuerdos de estos años transcurridos.
En definitiva, la dirección de la escuela, junto con los docentes y la comisión cooperadora, logró dar el merecido acto de despedida de su labor como portera a una mujer que siempre estuvo comprometida con la labor y con el establecimiento para el que trabajaba. Hubo dedicación y compromiso para prepararle el adiós a Otilia Herr, la misma que ella demostró en cada día de su vida como portera de escuela.
Fue notable el video bien representativo y la caricatura de Mimo Wiersma.