El Gran Hotel Coronel Suárez es, con 32 años de presencia, parte de la geografía urbana que ofrece la ciudad a quien la visita.
Ubicado en la céntrica esquina de Brandsen y Mitre, con una moderna arquitectura y con muy buenos servicios, ofrece al visitante una cálida atención, para hacerlo sentir durante su estadía como si estuviera en su casa.
La empresa cambió de dueño en estos 32 años, pero lo que no ha cambiado es el conserje Héctor Ristagño que empezó a trabajar en el lugar 2 días antes de su apertura al público, la que se produjo el 12 de marzo 1977.
“Empecé a trabajar antes de que se abrieran las puertas de atención al público para aprender el uso de los teléfonos, y muchas otras cuestiones que no podía fallar cuando llegaran los primeros clientes”.
“Con todos estos años transcurridos, hay gente que viene a hospedarse desde siempre, que cada vez que está en la ciudad viene al Gran Hotel Coronel Suárez, y eso nos llena de orgullo, porque determina que están conformes por como lo hemos atendido”.
En todos estos años, Héctor Ristagño ha cosechado infinidad de anécdotas, pero se las guarda todas, no cuenta ninguna para no motivar susceptibilidades, y a cambio manifiesta que siente al lugar de trabajo como propio, buscando siempre la forma de solucionar los inconvenientes “y de calmar los ánimos de algún cliente difícil. Aquí siempre buscamos que la gente que nos elige se sienta como en su casa, por eso le brindamos un servicio de buena atención y calidez”.
El Gran Hotel Coronel Suárez, fue un emprendimiento genuinamente suarense, donde un grupo de comerciantes y empresarios locales tuvieron la visión de constituir una empresa de estas características que a 32 años mantiene su absoluta vigencia.

 

 

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