Para ello elaboran pizzas, pan, rosquitas, que luego venden en la misma colonia, a la gente que les ha donado los productos para hacer esta repostería bien tradicional en los Pueblos Alemanes.
Silvia Maroa inició esta actividad hace más de 20 años, cuando se propuso que 36 niños de Santa Trinidad pudieran viajar a Necochea y desde entonces, con un grupo de personas laboriosas, comprometidas, inician cada año la nada fácil tarea de juntar fondos para después comprar los juguetes para festejar el Día del Niño, la llegada de Papá Noel y los Reyes Magos.
“Por ahora nos hemos tomado un descansito, pero ya vamos a empezar a trabajar. Ya hay gente que nos dice cuando empezamos, y se acerca con diferentes colaboraciones para contribuir a la tarea que llevamos adelante”.