Cerca estaba, en la vereda, una tabla de madera, extraída del viejo Hotel Roma, que está a unos metros del lugar del hecho.
Consultado el propietario del comercio, dijo que esta es la tercera vez que recibe un destrozo de esta naturaleza: a principio del año pasado, quisieron ingresar al local por el entrepiso, y en el mes de noviembre le rompieron también el vidrio de la puerta y el picaporte.
Se quejó por la oscuridad de la cuadra, donde grandes árboles no permiten que la acción de las columnas de alumbrado llegue hacia abajo, y también reclamó por que esa cuadra sea incluída en las recorridas de prevención que lleva a cabo la Policía.
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