¿Ante otro año crítico para el campo?.

La sequía hará una pausa, pero retornará en el otoño.
No son muy favorables las perspectivas meteorológicas para el nuevo año agropecuario en una amplia región próxima a Bahía Blanca, según lo adelantó el ingeniero Eduardo Sierra, especialista en la materia. Sólo se prevén algunas precipitaciones desde fines de enero a comienzos de abril. Después, otra vez se dará falta de humedad.

La sequía podría repetir efectos nefastos para el sector agropecuario regional, si se repiten, a partir del otoño venidero, las características que el clima presentó en la última campaña productiva.
Esto lo anticipó el Ingeniero Agrónomo Eduardo M. Sierra, especialista en agroclimatología, quien no obstante, aseguró que a fines de este mes de enero pueden volver temporariamente las precipitaciones.
"En los próximos días el fenómeno de "La Niña" se tomará una pausa. De ahí que vemos la posibilidad de que llueva a partir del 27 --de enero-- y haya un poco más de humedad en febrero, marzo y la primera semana de abril", sostuvo el profesional.
Recordó Sierra que en 2006/07 "El Niño" tuvo una presencia muy fuerte que determinó grandes lluvias en marzo de 2007, dejando buenas reservas hídricas en una amplia región.
Ello deparó una muy buena cosecha fina, aunque con algunos daños por heladas tardías que perjudicaron, en particular, al trigo.
Se supuso, en aquel entonces, una campaña 2008/09 "neutral".
No obstante "La Niña" se reactivó paulatinamente y ya la pasada campaña comenzó con bajas reservas hídricas.
“En mayo no había humedad y mucha gente igual sembró, pese a nuestras advertencias en el sentido de que no vendrían lluvias importantes", comentó.
Hubo menos área sembrada y el magro resultado tuvo otros agravantes, como el conflicto entre el gobierno y el campo y el incremento del valor de los insumos, entre otros factores.
"Pasamos de una cosecha de 16.200.000 toneladas en 2007/08 a tan sólo 9,8 millones en 2008/09, quedando los campos más secos de lo que estaban", aseguró Sierra.
Hoy por hoy, según aseguró, los girasoles se hicieron mal, se ven semillados y los maíces presentan espigas inferiores a lo normal en tamaño y con un 50 % de peso.
"Lo que vemos, en definitiva, es que ni siquiera se cubrirán los costos", dijo.
A juicio del especialista, hoy estamos en un momento culminante en materia de agricultura, de gran ansiedad, según afirmó.
“Esperamos el resultado de la cosecha sojera, fundamental para la economía argentina, pero claro, de 18 millones de hectáreas previstos, se sembraron 16, por falta de agua. Salvo excepciones, en el sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires, los cultivos no surgieron bien, hay surcos que no se cubren y los lotes implantados tardíamente, directamente están casi muertos", afirmó.
--¿Qué resultados se avizoran, en definitiva?
--Teníamos, al comienzo de la campaña, una expectativa de producción de 54 millones de toneladas; se ajustaron luego los pronósticos y hablaban de 49,5 millones. Hoy, están aquellos que hablan de 30 millones de toneladas...
--¿Cuánto estima usted?
--Con algunas lluvias, podríamos andar en 40 millones, aunque mi piso estimativo es de 35 millones.
--Enero, de todas formas, ingeniero, ha sido seco. Por la zona de Bahía Blanca, se vieron muchas tormentas, pero se diluyeron o pasaron de largo...
--Es por influencia de "La Niña". De ahí que las precipitaciones se mantuvieron bajas, se dieron altas temperaturas y se acentuó la sequía que sufre gran parte del área agrícola, no sólo allí, sino en el resto del país.
--Pero la lluvia puede volver...
--Se podrían dar en los últimos días de enero y primeros de febrero, aportando humedad a los suelos, aunque manteniendo valores inferiores a lo normal y con una distribución despareja y discontinua.
--¿Cómo se ve el panorama, camino al otoño?
--Habrá lluvias en marzo y la primera semana de abril, pero sin superar los índices normales, momento en que el riesgo de granizo y vientos alcanzará su mayor expresión.
--Después, ¿retorna la sequía?
--A partir de la segunda quincena de abril, las lluvias reducirán su intensidad en toda el área agrícola nacional, dando lugar a una segunda parte del otoño seca y con temperaturas superiores a lo normal, en promedio, lo que generará el riesgo de que las reservas de humedad de los suelos desciendan rápidamente, por lo que habrá que cuidarlas muchísimo.
--¿Puede darse alguna helada temprana?
--Sí.
--El invierno ¿también podría ser seco?
--La sequía puede prolongarse al invierno, en medio de un panorama similar al observado en 2007 y 2008.
--¿Y qué pasará con la temperatura?
--Se mantendrá en valores superiores a lo normal, consumiendo esas reservas hídricas.

Analizar bien las decisiones.
--Ingeniero, en los últimos días, desde el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), se anticipó que el próximo otoño será el más seco de los últimos años. ¿Coincide con esa apreciación?
--El otoño será seco, aunque mi opinión es un poco más moderada.
--Siendo optimistas, podemos concluir que, al menos, 2009, comienza con un poco más de lluvias.
--Claro, porque 2008 había comenzado sin agua.
--De manera que habrá que estar muy atentos para ver qué decisiones toma el productor.
--El panorama obligará a tener el máximo cuidado en torno de las decisiones que se tomen y su puesta en práctica, pues se unen una difícil situación económica y una evolución sumamente irregular del agroclima.
"Si bien todavía no se cuenta con indicadores definitivos acerca de cuáles podrían ser los factores que determinarán la evolución meteorológica durante la campaña 2009/10 (junio de 2009 a julio de 2010), los datos disponibles apuntan al desarrollo de un nuevo episodio de "La Niña", que como todos sabemos, es seco.
--En definitiva, puede darse una nueva sequía...
--De concretarse esa posibilidad, traería aparejada una temporada con precipitaciones inferiores a lo normal, alto riesgo de heladas desde comienzos de otoño hasta mediados de la primavera y una intensa ola de calor desde mediados de primavera hasta comienzos del otoño siguiente.
"A la postre, para poder implantar adecuadamente los cultivos, será necesario comenzar a almacenar agua en marzo, ya que es probable que las lluvias se corten a comienzos de otoño, no aportando humedad desde ese momento en adelante", concluyó el ingeniero Sierra.

Para destacar.
A partir de la segunda quincena de abril, las lluvias reducirían su intensidad en toda el área agrícola nacional, dando lugar a una segunda parte del otoño seca y con temperaturas superiores a lo normal, en promedio, lo que generará el riesgo de perder las pocas reservas de humedad existentes.

Lo dijo.
* La tendencia es que, a largo plazo, el distrito de Patagones vuelva a ser árido y el de Villarino, semiárido.
* Si no pasa este año (2008) será el próximo. Tengo el temor de que, en forma definitiva, se cumpla teoría del ingeniero Adolfo Glave (ex director del INTA Bordenave).
* Bahía Blanca es algo así como la frontera entre los climas y húmedo y semiárido y, en el "mango" de la provincia de Buenos Aires.
* En la fase de avance de lluvias que hubo en las décadas del 80 y del 90, Villarino quedó en la Pampa Húmeda y Patagones se hizo semiárido.
* Ahora, es como que se retiró la frontera de la agricultura y Patagones volvió a ser árido y Villarino, semiárido.

En pocas palabras… ¿Qué hacer?.
Por Ingeniero Rubén Miranda.

Todo depende de la actividad.
Si hablamos de la ganadería, en cuanto llueva un poco, tenemos que tratar de producir forraje, para alimentar a los animales.
Aceptando que el pronóstico del ingeniero Eduardo Sierra se pueda cumplir, pensemos que el invierno que viene será crudo también, de manera que si fuéramos afortunados y nos sobra algo, tenemos que hacer reservas de humedad.
¿Qué variedades? A esta altura de enero es difícil, pero un mijo o una moha son rápidos.
Estamos hablando aún de verdeos de verano, que se ponen en el suelo, germinan en una semana y en 30 a 40 días pueden tener algún grado de aprovechamiento por parte de la hacienda.
En definitiva, hoy por hoy es lo que tenemos más a mano.
Si fuera a principios o mediados de marzo podríamos pensar en cereales forrajeros de invierno, pero...
Si apuntamos a la agricultura, el punto critico es rogar que llueva lo más posible y tratar de que no se nos escape nada de lo que precipite.
La fórmula está dada por el uso de la tecnología existente.
Se que es difícil y que más de un agricultor me va a decir que es imposible, pues el campo le ha quedado pelado.
No obstante, en muchos lados se observa un rastrojo, más allá de que la cosecha haya sido magra.
Lo importante es mantener esa cobertura y para ello, hay que tratar de eliminar las malezas que nos pueden consumir la humedad, con el uso de cualquier tipo de herbicidas, aunque sea el más económico..
Muchas veces afirmamos que, más allá de los fertilizantes, el agua es el elemento más valioso y situaciones difíciles como la actual, nos ratifican cuánta importancia tiene.
Después, deberíamos pensar en una siembra directa, apuntando en nuestra zona, a las variedades de ciclo largo, cuyas semillas deberían depositarse en el suelo, aproximadamente, entre el 15 y el 20 de mayo.

Fuente: www.lanueva.com

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