“Dentro de las demandas que hay en el servicio, se ha incrementado las demandas, no solamente en Coronel Suárez, debido a los cambios de los últimos años, la nueva modalidad de parejas, hay mucha mas movilidad en este aspecto y a veces los chicos quedan en medio de situaciones de conflicto que tienen los adultos. Antes, las construcciones familiares –aunque persistían los conflictos- permanecían por muchos más años que ahora”.
“Para que los chicos no sean tomados como rehenes de un problema entre padres, exige la madurez de los adultos. Si un padre tiene personalidad muy inmadura, muy infantil, va a apropiarse del chico para ver como ver como se resuelve y no hacerse cargo de lo que le corresponde”.
“A veces tenemos que evaluar quien es el que necesita más la ayuda psicológica, si el chico o el padre. En caso de ser así, uno de los profesionales del servicio se ocupa de los padres y la otra del pequeño”.
“Es situación de violencia no solamente la violencia física, sino también la emocional, que se produce cuando un padre habla mal del otro al niño, o cuando se discuten cosas privadas en presencia del menor. Este tipo de violencia puede ser mucho más dañina, y provoca consecuencias que a veces no surgen en forma inmediata pero que le marcan la personalidad al niño, y después determinan su formas de relación en sociedad, y la elección de pareja que va a hacer en el futuro”.
“Y muchas veces, los adultos creen que cuanto menor es el niño menos recibe. Aún desde la panza, un bebé registra si hay situaciones de violencia, de gritos en el ambiente. Porque aún cuando el niño no pueda racionalizar la situación, tiene formas diferentes de registrar lo que está pasando”.
Las dos profesionales coincidieron en aconsejar que “a pesar de las situaciones que se pueden vivir (económicas, de pareja, etc.), el niño es responsabilidad de sus dos padres, y no se lo puede saltear, olvidar por un tiempos. Cada uno se tiene que hacer responsable de lo que le pasa y hay que saber diferenciar los roles. Desde el momento que uno es papá tiene que asumir esa responsabilidad como una más y no dejarla de lado”.