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Licenciada Andrea Garralda.
“Ha sido un ciclo duro y se acrecientan las dificultades en el estudio”.
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Cuando finaliza el año, además de los balances que cada adulto hace, sobreviene otra cuestión: muchas familias están tomando nota del fracaso escolar que han tenido sus hijos, sobre todo en el nivel Secundario, pero también en el Terciario y la universidad.
Consultada la Licenciada en Ciencias de la Educación con orientación en Psicopedagogia, Andrea Garralda, dijo que “ha sido un ciclo duro y se acrecientan las dificultades en el estudio. Es un problema social que obedece a una serie de conflictos y a múltiples causas. Hay un gran tema que pesa que es la expansión de la matrícula de estudiantes: cada vez, y por suerte, son más los alumnos que ingresan al sistema educativo, tanto al nivel Secundario como Terciario”, consideró la profesional consultada.
No obstante afirmó que “al haber más cantidad el porcentaje de fracasos también aumenta. Antes esto no aparecía porque eran unos pocos los que ingresaban al Secundario, mucho menos al Terciario o la universidad. Esto exige, de parte del sistema, mayor atención a la diversidad, porque ingresan todos y hay que atender que luego puedan mantenerse dentro del ambito aprendiendo. Esto requiere mayores exigencias y mayor adaptación al plan educativo. Otra gran preocupación es el desfasaje entre la cultura que brinda la escuela, que tiene que ver básicamente con una cultura basada en lo impreso, lo textual, cuando en realidad las nuevas generaciones tienen una cultura audiovisual, digital, totalmente tecnológica”.
Andrea Garralda afirmó sobre el particular que “la escuela está queriendo adaptarse, pero va lento, como sucede siempre con los cambios en el sistema educativo. El aporte de las notebooks vino muy bien pero hay que ir aprendiendo como aplicar pedagógicamente este nuevo recurso. Este desfasaje provoca dificultades en la motivación”.
Consultada en torno a si estas nuevas generaciones no saben estudiar del texto escrito, respondió la Lic. Andrea Garralda que “hay grandes dificultades que se ven también en los primeros años del nivel superior. Son tanto para comprender como para producir un texto escrito. En lugar de quedarnos en la queja todo el sistema de educación superior implementa una serie de estrategias, que tienen que ver con lo que llamamos la alfabetización académica para aprender la lectura y escritura académica. Por otra parte muchas veces los alumnos creen que leer es lo mismo que estudiar, que sólo con leer alcanza. Luego de muchos fracasos se dan cuenta que el estudio requiere de otros tipos de estrategia, más allá de la lectura. Por supuesto que es necesaria, pero no es suficiente, es el primer escalón y también el último porque es necesario para estudiar una primera lectura, comprendiendo, relacionando, preguntándose y repreguntándose, ponerse en el lugar del que escribe y también volver a leer para terminar de fijar. Este proceso de estudio también requiere de la memorización. Los chicos creen que la memoria cayó en desuso. Lo que se intenta evitar es la memoria mecánica, que no sirve, porque uno se olvida rápidamente lo aprendido; pero la memoria comprensiva, la que permite recuperar conceptos precisos, por ejemplo teorías científicas, tal como fueron planteados, son parte del proceso de estudio”.