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En la misa de Nochebuena se recupera una vieja tradición.
Angelitos y pastorcitos llevando al niño Dios en sus brazos.
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Merced al trabajo de los colaboradores de la Parroquia de Pueblo Santa María y con la participación de numerosos niños se recuperó por segundo año consecutivo una costumbre religiosa que era el centro de la atención durante la misa de Nochebuena.
Entraron en procesión angelitos con sus farolitos, seguidos por José y María llevando al niño Dios en sus brazos hasta el Altar donde, y a través de un gesto muy emotivo, el Sacerdote los recibió para colocarlo finalmente en el humilde pesebre de Belén.
Allí después los pastorcitos, que también formaron parte de este pesebre viviente en la Nochebuena, ofrendaron regalos al recién nacido y como siempre la idea es que cada año se acerquen mas niños y niñas a participar, como ocurría antiguamente en nuestros Pueblos Alemanes.
Es una tradición que como tantas cosas fue quedando atrás con el paso del tiempo pero ahora se intenta recuperar a fin de demostrarles a los más pequeños el verdadero sentido de la Navidad.
Desde el Pueblo Santa María un gran deseo de felices fiestas y el infinito agradecimiento para todos quienes entienden esta premisa que nos marcan muy a fuego, sobre todo en estas fechas cristianas.
Fotografías gentileza de Stella Roth.