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Que no nos pase lo mismo que con la carne.
La avaricia de los molinos y la vista gorda del Estado.
Por el Ing. Javier Roth.
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Hoy los productores de trigo, cultivo muy importante de la amplia zona marginal del sur oeste, donde la superficie del mismo debería ser alrededor del 65 por ciento de la superficie destinada a siembra, por su seguridad de cosecha ya que es un cultivo de invierno y su ciclo depende mucho de las precipitaciones acumuladas en el perfil del suelo y es precisamente la época que mas llueve en nuestra zona, estamos viendo como poco a poco nos van arrebatando las posibilidades de continuar con un cultivo tan noble y difícil de reemplazar por la bendita soja.. Lamentablemente nuestros gobernantes no entienden que las retenciones no pueden ser iguales en todos los rincones del nuestro querido país, no es lo mismo retenciones en la zona núcleo donde las alternativas de hacer soja son probablemente mucho mas viables que hacer trigo, comparado con las zonas marginales donde el trigo pasa a ser un motor fundamental del motor productivo de la región , ya que los cultivos de gruesa son mucho mas riesgosos por que precisamente aquí en verano llueve poco y no necesitamos de ningún pronosticador de moda para que nos diga que el verano va a ser seco: “siempre vino seco en verano”, que últimamente sea un poco mas seco podemos discutirlo.
Ahora bien, como seguimos con el trigo sin caer en la tentación de reemplazarlo por la soja a expensas de un alto riesgo de quebrarnos económicamente? Y ahí me parece que con un gobierno que no muestra signo de bajar retenciones cuando los ingresos al fisco en esta cuestión son insignificantes con respecto a la de la soja y ante el gran negociado de exportadores y molinos que compran nuestro trigo muy por debajo del precio FAS (precio que teóricamente deberíamos recibir), porque por menos producción que haya ellos piensan que siempre va a alcanzar para el mercado interno, que no se equivoquen y pase lo mismo que con la carne. Hoy los productores recibimos 0.40 centavos de pesos por un kilo de trigo, es decir un caramelo, y el kilo de pan se vende entre 15 a 20 veces mas caro. La economía de la producción es igual acá que en el resto del país podemos producir hasta que el rendimiento de indiferencia, (cantidad de kilos de trigo que debemos cosechar para cubrir los costos de producción), este por debajo del promedio productivo de la región, y hoy esto esta muy por encima del mismo, con el agravante que para vender el trigo debemos caminar con las muestra por varias parte y cobrarlo a varios meses y encima decirles gracias.
Por toda lo expuesto los productores buscan nuevas alternativas viables económicamente y que sean cultivos de invierno, y aquí por suerte van apareciendo algunas interesantes como la colza y la cebada forrajera mercado que cada año se viene ampliando y como los argentinos no comemos cebada (por ahora), se puede exportar sin problemas y se cobra rápido y al precio fas.
Mi reflexión para nuestros gobernantes, industriales molineros y exportadores es la siguiente: nadie puede producir a perdida ley numero uno de la economía, siempre se consiguen alternativas, no dejemos ver morir a un cultivo que es y será el que nos proporciona justamente nuestro pan de cada día, no vaya a se que tengamos que comer pan con trigo de Canadá y a precio dólar
Ing. Agr. Javier Roth
DNI 20.046.894.