Imprimir Página | Volver a página de inicio

“Hay que tomarse tiempo para escuchar a nuestros viejos y aprender de ellos el disfrute de la vida”.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Hace 17 años que ésta enfermera trabaja atendiendo a la gente de la tercera edad en el Centro de Jubilados de Coronel Suárez.
Ha aprendido que detrás de cada persona mayor de edad que llega a tomarse la presión, a colocarse una inyección o por otra práctica de enfermería hay toda una historia de vida.
Por eso muchas veces se prolonga la atención del paciente, derivando en una conversación que para el abuelo es una oportunidad de hablar, de ser escuchado y para la profesional es una ocasión de aprender.
“Lamento no haber escrito algunas de las muchas historias que me contaron; he hablado con mucha gente, muchas que ya no están, como don Juan Bossi, por ejemplo, que entre otras cosas estuvo en la Legión Extranjera y me contaba muchas anécdotas cada vez que venía a atenderse a nuestra sede. La gente mayor tiene mucha necesidad de hablar, de ser escuchada, de compartir lo que sabe, por eso sería bueno que los hijos nos tomáramos aunque sea media hora, un ratito en nuestro día ajetreado, para escuchar a nuestros padres y abuelos, sus historias y sus enseñanzas de vida”.
Agrega que “resulta todo un aprendizaje para quien quiera tomarlo el disfrute que la gente mayor tiene sobre cada día que vive. Han aprendido que no vale la pena preocuparse por el mañana o ponerse triste por lo que sucedió en el pasado y estamos ahora viendo una generación de adultos mayores que tiene mucha energía y que saben disfrutar de cada momento del día que viven”.