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“La violencia de género debe ser enfrentada con educación, donde podamos aprender sobre los derechos de cada uno como persona, teniendo al diálogo como herramienta”.
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El día martes de esta semana las profesionales del Servicio que funciona en lo que fuera el Hogar del Niño, con sector de ingreso sobre la calle Rivas de nuestra ciudad, participaron de una charla organizada por alumnos del nivel secundario de la Unidad Académica, quienes trabajaron sobre la violencia de género. En la oportunidad deslizaron ante un numeroso grupo de jóvenes una serie de conceptos importantes sobre este tema.
Consultada en torno a algunos de sus dichos, la Lic. Claudia Biurrarena, Jefa del Servicio, destacó que “resulta muchas veces un poco difícil hablar ante los jóvenes y adolescentes, porque ellos tienen una conciencia relativa sobre estas problemáticas tan graves. Pero la realidad es que más allá del nivel de conciencia que tienen sabemos que la padecen y mucho, prueba de ellos son los casos de noviazgos violentos que nos llegan al Servicio. En la adolescencia se inician las primeras relaciones de pareja, los primeros noviazgos, entonces resulta importante poder llegar con el mensaje que tienen que procurar construir con el otro un vínculo sano, donde el diálogo sea el medio para resolver los conflictos”.
En torno a la repetida fantasía que suelen tener las mujeres en relación a que pueden llegar a cambiar a su pareja, dijo que “esto corresponde muchas veces a una educación patriarcal, a roles muy tradicionales, donde las mujeres deben ser abnegadas y soportarlo todo. Hay que tener en claro que nadie cambia por amor a otro, en todo caso lo hacemos por amor a uno mismo, buscando acentuar las fortalezas”.
La Licenciada Biurrarena manifestó que “lo que intentamos plantear a los jóvenes es que la violencia de género existe, que nosotros trabajamos con muchas situaciones de este tipo entre parejas adolescentes. En las últimas semanas hemos sido testigos de casos muy trágicos en el país, donde la violencia ha terminado en homicidio para las mujeres o para alguien de su entorno muy querido, donde el sujeto que hace esto, si no puede someter la voluntad, provoca estos homicidios. No se trata del resultado de un brote de locura o crímenes pasionales, sino el corolario de largas historias de violencia en la pareja que están desde el inicio del noviazgo y se perpetúan en el tiempo, terminando en estas tragedias”.
Por lo cual, y con estos ejemplos, evidentemente “no hay otro camino que la educación, porque cuando más informado se esté en torno a las formas más saludables de conectarse con el otro podemos tener más herramientas a la hora de enfrentarnos en el marco del conflicto. Como trabajadoras, como madres, como compañeras de una pareja o en diferentes situaciones como ciudadanos nos enfrentamos a conflictos, pero la idea es resolverlos desde un lugar de comunicación, de diálogo, donde cada parte pueda comunicarse con el otro”.