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Marisa y Marcelo Bulfón pertenecen a la Obra Familiar de Schoenstatt y son especialistas en Doctrina Social de la Iglesia.
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El viernes último estuvieron en Coronel Suárez brindando una charla pública sobre “La familia educadora de líderes sociales” y el día sábado llevaron a cabo una jornada taller con destino a todos los matrimonios que conforman la Obra Familiar de la Virgen de Schoenstatt.
Marisa y Marcelo Bulfon son un matrimonio con 50 años de casados y desde su propia experiencia dan testimonio de vida. “Cuando los novios saludan en el atrio les dicen “que tengas suerte”; yo creo que no se trata de suerte porque el matrimonio no es una lotería. Lo que podemos decir, a través de nuestra propia experiencia, es que el matrimonio tiene mucho trabajo desde el primer día. Trabajamos para querernos y para llegar a los 50 años de casados. Todo hay que construirlo desde adentro. Es una construcción de dos distintos para convertirse en uno. Creo que a nosotros nos ayudó muchísimo el creer que Dios nos eligió a uno y a otro y que nos tenía pensado desde el principio al uno para el otro. Este convencimiento es el que hace sobrellevar todas las cosas; son normales las diferencias, los desencuentros, pero tenemos a la mano el diálogo. Este es el instrumento para poder superar los conflictos: el diálogo, donde nos miramos a los ojos, nos hablamos con el corazón, cuando escuchamos lo que el otro tiene para decir, para aportar, cuando prestamos atención a lo que el otro dice en torno a lo que le gusta y le molesta de nosotros, ése es el verdadero diálogo en el matrimonio”.
Hablaron también de lo que implica la formación de líderes sociales dentro de la familia: “la familia es la célula básica, si desaparece la familia desaparece la sociedad. Es allí donde se forman las personas, donde se les dan los instrumentos para manejarse como corresponde en la sociedad, para ser buenas personas, productivas, de servicio, dispuestas a mejorar el entorno en el que viven. Estos hombres y mujeres se forman en el seno de las familias y de esto debe tener especial conciencia cada uno de los padres. Los hijos son hechos a nuestra imagen y semejanza, lo que decimos y hacemos va construyendo las personas que serán en el futuro. Por eso es muy importante tomar en cuenta cada actitud, cada acción que en el seno del hogar se produce, porque van modelando a nuestro hijos”.