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El sábado pasado en el Prado Español con imponente presencia popular.
Fue incorporada una nueva unidad, una camioneta de apoyo cero kilómetro en cuya puerta lleva el nombre del recordado benefactor Don Mauricio Ignacio Jaurena.
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Con la adhesión multitudinaria de vecinos de la localidad de Huanguelén, el sábado pasado se llevó a cabo la gran cena aniversario para festejar los 30 años de vida de la Asociación de Bomberos Voluntarios en las instalaciones del Prado Español y que contó además con la presencia de otros servidores públicos de la región que especialmente llegaron para sumarse a este significativo acontecimiento.
Una excelente cena fue servida para la oportunidad y como hecho destacado fue presentada una nueva unidad de apoyo que surge del aporte de toda la comunidad, que logra así de esta manera incorporar una camioneta cero kilómetro que resulta de suma necesidad dentro del parque de automotores que pertenecen a la entidad bomberil de Huanguelén.
El vehiculo tiene la particularidad de llevar en su puerta el nombre de un gran benefactor de la institución, Don Mauricio Ignacio Jaurena, fallecido el año pasado, por lo cual, y teniendo en cuenta que perteneció a la Comisión fundadora, se rindió el merecido homenaje de esta manera.
Su hija, Maria Elena Jaurena de Margiotta, en nombre de la familia, ofreció sentidas palabras de agradecimiento a este gesto de homenaje a su padre, a quien calificó como un hombre de perfil bajo, con fuertes convicciones solidarias y principios que transmitió a toda su familia, a quien enseñó siempre a respetar los símbolos patrios, amar nuestras tradiciones, al campo, que lo han hecho merecedor de reconocimientos por parte de la Asociación de Aberdeen Angus.
Su acercamiento con diversas instituciones de Huanguelén lo ha hecho trascender en el tiempo y con respecto a los Bomberos Voluntarios su hija tuvo palabras de recuerdo para la llegada del primer autobomba, que con tanto entusiasmo y compromiso demostró desde la formación de la Asociación y su cuerpo activo.
Fue oportuno entonces que en el festejo por los 30 años de los Bomberos Voluntarios de Huanguelén, al presentarse en sociedad esta nueva unidad, quede reflejado a modo de homenaje la desinteresada labor que durante tantos años Jaurena supo desplegar en beneficio de la comunidad.
Tal es así que su hija Maria Elena, al ser entrevistada por La Nueva Radio Suárez y solicitarle una evaluación sobre el significado del acontecimiento, nos comentó cómo fue el día de la partida definitiva de su padre, donde se habían reunido previamente en el Prado Español para celebrar los 100 años de la Estación Ombú, para la cual Don Mauricio había invitado a toda la familia a compartir esa hermosa fiesta.
“Regresando a Coronel Suárez con mi familia propuse rezar el Rosario, ya que hacia mucho que no lo compartíamos entre todos, y después nos reunimos la cena. Al día siguiente amanecimos en nuestra ciudad, participamos de la fiesta del colegio en familia en las instalaciones de la Rural y nuestro padre compartió con el resto de mis hermanos y mi madre la jornada, para luego descansar su siesta habitual. Tomaron unos mates en la vereda de su casa, salieron en auto para la Iglesia a compartir la misa del domingo cuando mi madre advierte que clava los frenos frente al kiosquito para retirar el diario y ya estaba totalmente descompensado, no respondió mas a nadie, llamaron a la ambulancia, lo trasladan a Coronel Suárez y a unos 20 kilómetros falleció”.
“Lo increíble y milagroso que hoy quiero compartir con ustedes es que en el mismo momento en que se apagó la vida de mi padre nosotros nos encontrábamos rezando unidos en un sentimiento muy especial; falleció en paz y con la tranquilidad que durante toda su vida llevó consigo”.
El Padre Leandro Volpe fue el encargado de la bendición de los alimentos de la gran cena ante un lleno total del inmenso salón del Prado Español para esta trascendente jornada que se vivió el sábado pasado con motivo del 30º aniversario de los Bomberos Voluntarios de Huanguelén.