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Alberto Arturo Otamendi.
Por Edgardo Robba.
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El domingo pasado se cumplieron 14 años de la desaparición física de Alberto Otamendi.
Faltaban pocas horas para las elecciones legislativas del ´97, Alberto era candidato a Concejal por el Partido Justicialista y en una mañana soleada, similar a la del domingo, se quitó la vida.
No se puede decir que su suicidio se deba exclusivamente a los injustos cargos que se le endilgaron. Pero sí que lo sucedido era uno de los posibles detonantes que lo llevaron a tomar tan trágica decisión. Las presiones y las calumnias le habían tocado la moral.
Alberto no resistió la condena social y pública. Fue cuestionado y condenado por algunas autoridades y docentes de esa época de su querida Escuela Técnica, en donde se desempeñaba como Director.
Le habían "preparado" un escenario para sacarlo del medio. Le hicieron una "gran cama" y él no pudo soportarlo.
Se inició una investigación penal ante el Juzgado del Departamento Judicial de Bahía Blanca, la cual fue archivada por falta de delito.
Se instruyó un sumario administrativo disciplinario por presuntas irregularidades en donde el Tribunal de Disciplina, por el voto UNÁNIME de sus miembros, sobresee la totalidad de los cargos endilgados.
Se hizo JUSTICIA, tarde, pero se hizo justicia. Todos los cargos fueron sobreseídos.
Siempre confiamos en Alberto y en quienes en ese momento lo acompañaban. Sabíamos que todo era una gran mentira para perjudicarlo, como queda demostrado en los fallos de la justicia.
Queremos de esta manera, una vez más, dejar limpia su memoria de culpas y cargos. Por su familia, por su esposa, por sus hijos y sus nietos, por sus amigos y por todos sus compañeros.
Alberto, no te olvidamos!
Que descanses en paz!
Edgardo A. Robba.