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Con su simpatía habitual se prepara para votar este domingo en la Escuela Nº 32.
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Tiene 88 años, sigue tan coqueta como siempre, guarda una vitalidad y una energía que la han caracterizado toda la vida y sobre todo sigue con esa predisposición a considerar especialmente a quienes han sido sus alumnos, a quienes pasaron por sus aulas y recibieron sus enseñanzas docentes.
Hace unos días atrás la vimos a Lita Orliacq concurriendo a un local partidario, buscando la información en torno a en qué mesa votaba, de manera que fuimos a entrevistarla para hablar un poco sobre su vida y para reflexionar con ella sobre la importancia de votar.
Aclara que lo hace desde que se estableció la ley que dio lugar al voto femenino, entendiendo que “esto es una responsabilidad, sino después no podemos quejarnos”.
Este domingo, entonces, “si Dios quiere” Lita Orliacq, coqueta como siempre y como en cada ocasión en la que la democracia le dio la responsabilidad, estará emitiendo su opinión en las urnas, en el lugar que tiene reservado en una mesa de la Escuela Nº 32.