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“En Coronel Suárez hay personas enfermas de SIDA que no lo dicen por miedo a sufrir la discriminación”.
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Sintético y preciso fue este profesional de la salud al ser consultado en torno a la discriminación que viven las personas afectadas por el virus del VIH.
Explicó que “hay muchas personas que no dicen que tienen esta afectación, muchas veces ni a su entorno familiar más cercano, porque saben que en forma inmediata van a comenzar a ser dejados de lado para las actividades más comunes, habituales y que forman parte de los ritos sociales, como por ejemplo tomar mate”.
Dijo que “esta discriminación está presente no solamente en quienes no están instruidos sino también en las personas preparadas, aún incluso en los profesionales de la salud: un médico, un dentista, un enfermero que sabe que tiene frente suyo un paciente con SIDA se viste especialmente para atenderlo, cuando las normas de bioseguridad, como colocarse guantes, barbijo, antifaces, exigen que debe hacerlo siempre, con todos los pacientes. Lo mismo sucede con la gente, que deja de compartir el mate, de sentarse en la silla que dejó un portador del virus o evita rozarlo, tocarlo, saludarlo, como si estos actos implicaran la posibilidad de contagio”.
El Dr. Goya explicó que “el VIH se contagia a través del contacto de la sangre con una herida abierta de la piel o a través del contacto sexual cuando no hay barreras de protección, como el uso del preservativo. Hay que llamar a la concientización de las personas para reducir el estigma, basado en mitos que no tienen asidero en la realidad que padecen los enfermos de SIDA”l.