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Otra forma de revalorizar la instrucción educativa en la escuela publica.
Buen cierre de la Maratón Lectora en la Plaza San Martín, esperando por la tolerancia y el dialogo.
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En una semana que ha sido crítica para la educación en el país, resulta emocionante ver el lado positivo en torno a la forma que se trabaja en las escuelas y el buen resultado del esfuerzo dedicado y comprometido de docentes, directivos y todos los actores que están en la educación y también de las familias
Esta semana, con el suceso de violencia en un establecimiento educativo registrado en Pergamino y otro en Tres Arroyos, resultó refrescante la jornada de ayer vivida en Coronel Suárez con la Maratón Lectora.
Después de escuchar a través de los medios nacionales tantas críticas a la educación, fue un soplo de aire fresco, una mirada a la otra cara del proceso educativo, la que habla de un presente constructivo, en busca de un futuro de menos violencia y mayor comprensión; además una revalorización de todo lo bueno que cada día sucede en las aulas de la escuela pública, lo que no siempre se cuenta y pocas veces se ve pero que viene siendo la construcción diaria del país y de las futuras generaciones.
Por eso resultó simbólico que la jornada haya terminado con los alumnos de varios establecimientos educativos colgando más de “mil grullas por la paz” en los árboles de la Plaza San Martín.
La paz es la no violencia, el diálogo, la posibilidad de escucharnos, entendernos, respetarnos unos a otros y se construye cada día a cada hora en cada lugar. También en las familias y en las escuelas.
Para los críticos despiadados y sin sentido, los que no conocen en profundidad, los que buscan echar culpas a otros sin responsabilizarse de las acciones propias, “mil grullas por la paz” fueron la respuesta, en un mensaje de niños y adolescentes que esperan y trabajan por la tolerancia y el dialogo.