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A cielo abierto, recital de rock.
Cochicó, una verdadera fiesta de la primavera.
Por Sebastián López, especial para La Nueva Radio Suárez.
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Fría noche en Cochicó, pero el motivo hacía que valiera la pena. Entre el humo de los fogones y el aroma a “chori”, unas luces tenues acompañaban los sonidos metálicos de una banda local.
A aproximadamente a cien metros de allí se erigía una imponente escenografía, sobre la que se leían las inscripciones de Municipalidad de Guaminí.
La cita estaba prevista para las 21:30 horas, pero los que hemos presenciado algún encuentro de este tipo y tratándose de una banda de rock como “La Mancha”, se podía presuponer que se iban a hacer desear una poco.
La gente legaba en todas direcciones, en su mayoría jóvenes, pero no faltaron las personas adultas, con sus niños y también los abuelos que se acercaron con sus reposeras, a modo de plateas móviles.
Todo estaba listo, un locutor anunció que “Manu” caminaba entre la muchedumbre. Fue cuando apareció la imagen del Intendente de Guamini Alberto Cordero, quien entre otras cosas expresó que “esta es una gran fiesta, espero que puedan disfrutar como realmente se lo merecen, gracias”.
Minutos más tarde cuando el frío comenzaba a empeñarse en hacer las cosas más difíciles, las luces de gran escenario se apagaron, para luego encenderse a los compas de los primeros acordes.
“Verde hierba creció a la sombra de un árbol, regada en el dolor de una lágrima de dios, hija de aquellos vientos que soplaban antaño, vino para curar tristeza y resignación…La Mancha de Rolando, comenzaba su actuación, con la canción “La planta”.
Los acordes suaves invitaban a sumarse a la gran fiesta de la primavera y a olvidarse del frió de Cochicó.
“La sequía”, “Ríe por mi” y “Santa Catalina”, fueron sucediéndose y despertando a las masas.
Claro que llegarían los clásicos temas y los más metaleros de la banda, “A vivir”, “Antes”, “Cabrón”, “Calavera”, “Arde la ciudad”, “Chino”, “En la altura”, “Donde vamos”, “Sincera”, “Melodía simple”.
La banda de Avellaneda, recordó a través de sus canciones al más grande roquero que “pario” esta patria Norberto “Pappo” Napolitano.
“Que nos ocurre después de tanto tiempo, reflexionamos al vernos al espejo, que es lo que pasa me estoy viniendo viejo, no sé de qué pensar si ya no sé qué es lo que pienso”. Ya con los acordes más en Do mayor, Manuel Quieto – líder de La Mancha de Rolando- bajó del escenario y enfrente de la multitud que lo admiraba, hizo suyas las letras del gran Pappo “Yo soy un hombre bueno, lo pasa es que me estoy viniendo viejo, tratare de hacer, las cosas a su tiempo o sino no le daré importancia al cuerpo”.
Sencillo en su estilo, respetuoso de las formas de la música y con su conocido repertorio, La Mancha recordó a otros músicos como cuando interpretó “Alta suciedad” de Andrés Calamaro o “Intoxicados” de Viejas Locas.
El público ovacionó a la banda y pidió más…los cinco músicos regresaron al escenario tomaron sus instrumentos y regalaron mas rock.
El escenario estalló de color y música, el frio acompañó a los miles que bajo las estrellas del cielo abierto del Balneario Cochicó vivieron una noche de primavera a puro Rock.