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Dr. Daniel Vilariño y Dra. Nora Etchemendigaray.
Recomendaron no discriminar porque la persona epiléptica puede desarrollar casi todas las actividades en forma normal.
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Ayer, en el salón de actos del Hospital Municipal, el Dr. Daniel Vilariño y la Dra. Nora Etchemendigaray hablaron ante enfermeros, médicos y personas de la comunidad sobre esta enfermedad, sobre la que hay muchos mitos y algunas verdades.
Previamente, en un diálogo con los medios de prensa, ambos profesionales destacaron que “no hay una epilepsia sino que hay varios tipos de esta patología, con diferente manifestación. La epilepsia se presenta fundamentalmente en dos períodos de la vida bien marcados, por un lado la niñez, cuando se trata de una enfermedad congénita, y por otro en la vida adulta, alrededor de los 60 años, por lo que ahora se está viendo un poco más su aparición a partir de la prolongación de la expectativa de vida”.
“El cerebro tiene varias funciones a partir de las neuronas, las que se conectan entre sí a través de un verdadero sistema eléctrico, el que en los casos de pacientes epilépticos hace descargas anormales que generan diferentes tipos de crisis, las que pueden ser las conocidas convulsiones o también ausencias momentáneas, a través de manifestaciones focales en las que las descargas se concentran en un punto (por ejemplo la postura, las sensaciones olfativas, gustativas, etc)”.
Agregaron además que el tratamiento consiste en prevenir los ataques de la enfermedad, lo que se logra con medicación adecuada a cada paciente. Recomendaron no discriminar porque la persona epiléptica puede desarrollar casi todas las actividades en forma normal y explicaron que ante la presencia de una crisis lo que se debe hacer es poner al paciente de costado o boca abajo, para evitar que haya aspiración de vómito, en caso de producirse, y si se prolonga más allá de los 5 minutos llamar al médico. No debe introducirse objetos en la boca ni hacer esfuerzos para sostener la lengua, porque no es cierto que la lengua se de vuelta, como está tan incorrectamente difundido.