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Entrevista a la Jefa de Guardia del Hospital Municipal “Dr. Raúl Caccavo”.
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Raquel Schilreff es enfermera de vasta trayectoria y experiencia en el Hospital Municipal y desde hace unos años es la Jefa de Guardia del Nosocomio.
En todo este extenso tiempo de ejercicio de la profesión, y sobre todo en los últimos años, observa que las dolencias que muchas veces acercan a las personas a requerir atención médica con mayor o menor urgencia al Hospital tienen origen en las carencias del alma.
Para ejemplificar mejor esto aclara que “es doloroso ver que las necesidades de la gente de hoy en día pasan por el afecto, el acercamiento, la falta de compartir en la vida diaria las situaciones que se viven de desapego, desarraigo de lo familiar”.
“La gente está enferma de consumismo, porque la necesidad más imperiosa pasa por trabajar para poder comprar más cosas. Los padres buscan extender la jornada laboral para adquirir un teléfono mejor al hijo o la computadora, cuando lo que lo que mejor le haría a ese hijo es que padre y madre estén con él, conversando, compartiendo una comida diaria, preguntándole cómo se siente. Los padres se desesperan porque lo jóvenes se comuniquen con ellos y cuando nos buscan para hablar no tenemos tiempo para escucharlos. Me parece que en la escuela a los chicos les dan deberes para que los padres en la casa puedan compartir una parte de su formación, pero en definitiva este contacto no se da porque el padre está trabajando doble turno para darle un bienestar que no debiera ser prioritario”. “Muchas veces vienen a la Guardia las madres que en realidad están angustiadas porque no les pueden dar objetivos materiales y nos damos cuenta porque cuando les decimos ‘quedate tranquila’ y le ponemos la mano en el hombro empiezan a llorar. Nos ha desbordado el consumismo: hemos aprendido que cuanto más tenes más podes, pero la realidad es que el amor no se resuelve a través de la compra, hay que sentir el amor, el afecto”.
Raquel afirma sin dudarlo que “el afecto expresado a través de un abrazo hace bien, se siente, saca sonrisas y las sonrisas recuperan el ánimo y el ánimo positivo se contagia. Es muy fácil sanar si compartimos con el otro lo que nos pasa. En 28 años de estar en el Hospital estoy comprendiendo que muchas de las cosas que nos pasan es porque pretendemos mostrar una imagen que no es la realidad”.