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Además han faenado una decena de vacunos en los últimos tres meses.
Los hechos ocurrieron en establecimientos rurales de la zona de Pasman.
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Productores rurales de la zona de Pasman se encuentran preocupados y reclaman soluciones ante la presencia de delincuentes que en los últimos meses han robado, matado y faenado varios vacunos.
Uno de los damnificados resultó ser el Ingeniero Agrónomo Guillermo Ecke, propietario de la Estancia La Cristina, ubicada a siete kilómetros de esa localidad.
El profesional explicó que el establecimiento se encuentra a unos 3500 metros de la ruta 85 y que recientemente desconocidos le mataron un animal.
"En los últimos meses han matado una decena de vacunos, pertenecientes a ocho productores de esta zona. Calculo que ha sido siempre la misma persona, porque coincide la forma de degollarlos y los hechos ocurren siempre contra el alambrado", dijo.
Comentó Ecke que los malvivientes sacrifican al animal para luego llevarse los cuartos, la paleta y el lomo.
"Entre dos personas baquianas pueden tardar cinco minutos en hacerlo. No tengo certeza respecto si la carne la venden, la guardan o qué cosa hacen".
De la misma forma señaló que los hechos se producen con un intervalo de entre 7 y 19 días entre uno y otro.
"Es indignante, porque el animal que me carnearon a mi sobrevivió a la sequía y ahora lo matan de esa forma", acotó.
El hombre sostuvo que toda esta situación, más allá de las pérdidas económicas, provoca que deban tomar recaudos extremos para cuidar la hacienda que disponen.
"En pleno invierno no hay mucho pasto para los animales, por lo que debo llevarlos cerca del alambrado para comer en esa zona. A partir de esto deberé ponerlos durante el día y sacarlos de allí a la noche", explicó.
Ecke sostuvo que hacer público el problema es una forma de alertar a otros productores y ver si las autoridades toman cartas en el asunto.
"Quiero comentar lo sucedido porque hay mucha indiferencia en la Policía. No culpo a los efectivos de Pasman, porque los conozco y no dudo en que no tienen nada que ver, pero sus superiores son indiferentes", aseveró.
Por último, indicó que "por otro lado, es cierto que si los agarran saben que a los dos o tres días los largan y eso los cansa. Se la juegan, arriesgan su vida y luego no pasa nada".
Las fotografías que ilustran esta nota fueron registradas por La Nueva Radio Suárez en oportunidad de una situación similar acontecida en la zona rural próxima al Paso de los Chilenos.