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“Cada niño que nace tiene derecho a tener una familia que lo quiera; si no es la biológica otro padre y otra madre que le brinde protección y cariño”.
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Antes que comenzara la jornada del día de ayer en la sala de deliberaciones del Concejo Deliberante de Coronel Suárez, el Dr. Alejandro Molina habló con los medios de prensa de la ciudad.
Estas son algunas de sus expresiones.
“En lo que primero que tenemos que pensar es plantearnos el lugar que tiene la familia para la crianza de los niños. No hay posibilidad de un crecimiento estable, sano, parejo del niño si no tiene desde su nacimiento hasta la adolescencia, juventud, un medio familiar que lo quiera y atienda sus necesidades. Cada niño que nace tiene derecho a tener su familia ¿cuál es? En principio podría decirse que la que le ha dado vida, pero si la familia biológica no quiere dar la protección y atención que necesita ese niño tiene derecho a integrarse a otra familia”.
“El acogimiento familiar es brindar esta atención en forma transitoria, la adopción implica acoger en forma permanente. Ambas figuras son situaciones complementarias de una carencia originaria de una familia biológica que no puede ahijar –como dicen los psicólogos- a un niño. Tal vez en nuestro ser argentino la palabra acogimiento no la tenemos tan cargada de sentido, pero lo que tratamos de transmitir es que se trata de recibir a alguien y de hacerlo sentir que está contenido, cuidado. Las cosas serían un poco más fáciles si los padres biológicos dijeran directamente “a este niño no lo quiero”. Pero muchas veces ese sentimiento está cargado de exigencias sociales y culturales que impiden que los padres lo digan en forma inmediata y que abra la posibilidad para otra familia. Lo que estamos buscando en definitiva es ¿puede haber acogida en otro lado para ese niño que no está siendo atendido por su familia de origen?, pero claro que sí; puede haber otra mujer, otros padres que estén dispuestos a abrir sus brazos y aceptar ese niño como una maravilla de Dios que ha venido al mundo”.
Consultado sobre su labor en pro de la adopción, aclaró que “mi trabajo en varias instituciones no gubernamentales que propician la adopción es visitar los Tribunales y ver en qué situación están expedientes de muchos niños que esperan por tener una familia, porque que una persona haya pasado muchos años en una institución sin poder contar con padres que les den amor, cuando hay tantas parejas que están esperando con el corazón dispuesto para recibir un hijo, es un imperdonable error que no debe producirse”.