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La víctima murió por una extensa lesión facial y fundamentalmente por el golpe que afectó la zona encefálica con un bate de béisbol.
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El Médico de Policía que fue convocado ante los Magistrados contundentemente brindó detalles técnicos de la autopsia que practicó en el cuerpo de Maria Cristina Hubert, certificando que las heridas faciales se originan en los fuertes golpes que evidenció el imputado con una plancha en el rostro de la mujer, mientras que las lesiones del cráneo se originaron por el violento impacto perpetrado con el bate de béisbol.
El Dr. Francisco Cortalezzi confirmó que la victima permaneció viva algunos minutos antes de morir.
Ante el Tribunal desfilaron efectivos policiales que el día del crimen, el 16 de abril de 2009, se hicieron presentes en el domicilio de la calle Junín 4775 a pedido del hijo de la victima.
El Agente Juan Darío Kees fue quien llegó primero, se encontró con Peña saliendo del domicilio quien le dice: “Ya lo hice, ya esta hecho”.
El Policía entra en la vivienda y se encuentra con la mujer boca abajo, tirada en la cama con el bate sobre la espalda.
También los Magistrados escucharon la exposición del efectivo policial José Salgado, quien acompañó a Kees en el procedimiento, aportando detalles coincidentes.
José Maria Medina, funcionario policial, manifestó que la única preocupación de Peña era la bicicleta mientras lo trasladaba a la sede policial.
Medina actuó en su momento en la denuncia que Maria Cristina Hubert radicó por malos tratos y violencia familiar.
El Jefe del Destacamento Policial del Pueblo San José, Eric Lobato, prestó declaración ante los Jueces ofreciendo detalles sobre las exposiciones de la mujer y dijo que en su momento la victima le pidió el retiro de la denuncia, actitud ésta que por consejo del Policía la mujer decide no retirar las actuaciones contra Peña.
Además prestó declaración un hombre que resultó agredido por Peña, a raíz de los celos que despertaba en el criminal, y quien negó absolutamente cualquier relación sentimental con la victima, como el imputado siempre manifestaba, llegándolo a agredir de palabra y hasta le rompió los vidrios del auto y de su casa.