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La Unidad Académica concentró toda la emoción.
“Sigue, no dejes que se oxide el hierro que hay en ti” expresó la docente Ignacia De La Fuente.
“Es un icono del paradigma de lo que la escuela publica representa” señaló de manera contundente Cristina Otamendi, a cargo del establecimiento.
Su mensaje final fue dictar una clase y los alumnos, a pesar de la emoción de “Estudiantina”, manifestaron a viva voz “Liliana no se va”.
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En la mañana de ayer, la Unidad Académica Dr. Julio César Lovecchio detuvo el común trajín diario de un establecimiento escolar y se tomó un momento especial para tributarle una digna despedida a la profesora de Historia de extensa trayectoria y quien fuera también Vicedirectora a cargo del nivel secundario.
Para ello, además de los alumnos y profesores que estaban dando clase a esa hora, se sumaron muchos colegas docentes en actividad y ya jubilados, que se sintieron convocados y quisieron estar presentes en este acto, en el que la profesora estaba acompañada de uno de sus hijos y su esposo.
Al momento de hacer uso de la palabra, la profesora Ignacia De La Fuente, integrante del cuerpo directivo del nivel secundario, la despidió expresando palabras de la Madre Teresa.
“Sigue, no dejes que se oxide el hierro que hay en ti”, destacando que en realidad la profesión docente es una vocación que nunca se deja del todo, a pesar de la jubilación.
Los alumnos Joaquín Schilereff y Julieta Blanco también tuvieron cálidas palabras de despedida para Liliana López de García, en nombre y representación del alumnado.
La profesora Cristina Otamendi, a cargo de la Unidad Académica, al momento de entregarle un presente definió con claridad al decir que “quien se despedía es un icono del paradigma de lo que la escuela pública representa: hija de padres de clase trabajadora, Liliana López hizo toda su carrera como alumna en la escuela pública, pudo seguir estudios superiores y volvió a cumplir la tarea profesional docente también en la escuela pública”.
El calido acto, que se desarrolló en el inmenso salón de la Unidad Académica, contó además con la proyección de un video, compaginado por un alumno y una profesora, que contenía emotivos mensajes de despedida de colegas docentes, directivos, preceptores, porteros y alumnos que recordaron algunas anécdotas y que reiteraron que ya se extraña –ante la ausencia- el diario andar dentro de los pasillos de la Unidad Académica de esta apreciada profesional de la educación.
Como corresponde y es costumbre particular del establecimiento, el acto terminó con la canción “Estudiantina”, coreada por alumnos y docentes de la escuela, que en acontecimientos como este resuena más fuerte que nunca, conteniendo significados de toda una vida dedicada a la educación.