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Otra vecina destacada en el aniversario de Pueblo San José.
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La encontramos en su domicilio, sobre la Avenida Alemanes del Volga. Lamenta tener que recibirnos sentada en una silla y apoyada en un andador que tiene desde hace un poco tiempo, cuando sufrió una caída en la cocina de su casa y debió ser intervenida de la cadera.
Lo lamenta porque dice que en 92 años no debió nunca ir al médico, no estuvo nunca enferma y siempre tuvo salud para tirar para arriba.
Se casó a los 23 años –aclara que no lo quiso hacer antes- y tuvo una ceremonia como las de antes, de esas en las cuales un grupo de musiqueros venía a buscar a la novia a la casa paterna y la acompañaban en procesión con todos los familiares hasta la Iglesia, donde esperaba el novio para llevar adelante la celebración religiosa.
Entre ceremonia y fiesta, la reunión duraba todo el día y luego había que limpiar y dejar ordenado todo el lugar donde se había realizado el festejo.
Se fue a vivir al campo con su esposo y allí crió a sus hijos. Los acostumbró a ir cada domingo a la Iglesia, como lo había aprendido de sus padres y como lo siguió haciendo toda la vida ella misma.
Erminda Schwab, viuda de Weiman, dice que le gusta como se ve de grande Pueblo San José, pero lamenta las modernidades de hoy que no comprende mucho, como por ejemplo, el que no se use ahora el casamiento para sellar la unión de dos personas.
Nació el 31 de Enero de 1919, hoy tiene 92 años. Vivió en el campo y durante algunos años venía a Pueblo San José y se alojaba en la casa de sus suegros. Se casó en el año 1942 con Virgilio Weiman a los 23 años.
Tuvieron cinco hijos, tres mujeres y dos varones: Mirta, Lidia, Isabel, Fermín y José.
Hace 54 años que vive en su casa actual, a la que se mudó en el año 1957. Estuvo casada 53 años y quedó viuda a los 76 años.