El punto culminante de la Misa de Confirmaciones, es el momento en que el Arzobispo procede primero a interrogar a quienes recibirán el Sacramento y a los renunciamientos que están previstos a partir del significado que tiene la confirmación en la fe después del bautismo.
A partir de allí, el viento era casi insoportable, especialmente en el interior del campo de deportes donde se encontraban quienes recibían la confirmación con sus padrinos, ya que el público en general, padres y demás familiares permanecían al lado del alambrado perimetral de estadio o en la tribuna que tenía un marco imponente de público.
Los Sacerdotes pueden confirmar, si cuentan con la debida autorización de la autoridad Arquidiocesana y en este caso el Arzobispo había transferido esa misión en el Párroco Diego y en el Capellán del Hospital Juan Carlos.
Además el Obispo auxiliar Pedro María Laxage también participó de la ceremonia, por lo cual eran 4 las filas que se organizan en el interior de la cancha junto a colaboradores que facilitaban con la identificación de quienes se confirmaban.
550 Confirmados, cada uno con su padrino o madrina, más la familia y allegados componían una escena no habitual para la ciudad, pero donde y a pesar de la multitud y la tarde desapacible, todo salió a la perfección.
Inclusive no faltaron momentos de alto contenido emotivo o lágrimas en los ojos de los mayores quienes interpretan el significado de este acto que va incorporando más luz y esperanza en las vidas de los jóvenes que crecen formados en la fe.