Como desde hace muchos años, “Chicha” Losno está dispuesta a asesorar a padres y chicos en el marco de los días previos al inicio de clase.
“Va aumentando todo de a poco, cada vez que recibís mercadería tiene un aumento. Aunque sea poco, se va sumando y nunca es posible estar de acuerdo (entre lo que se proyecta y el precio que luego resulta); uno dice voy a comprar para vender a tal precio, llega el momento y hay que aumentarlo porque después uno lo va a comprar al mayorista y ya no se puede reponer”, dice Chicha Losno ante la consulta periodística en torno a los precios de la canasta escolar.
Por supuesto que con tantos años al frente del comercio hay un largo entrenamiento frente a los períodos de inflación.
“Hay experiencia”, dice la entrevistada, agregando que “pasan los años y uno se va olvidando. Y cuando llega el momento, uno dice, “estamos en lo mismo””.
Recuerdo una época en la que teníamos que pedir precio por teléfono y a lo mejor, en una hora, se cambiaba el valor de las cosas. Era terrible”. Con esto hace referencia a la época de hiperinflación, en el gobierno de Alfonsín.
En cuando a los aumentos en relación a los valores del año pasado, “no baja del 30, 40%. Ahora, la gente se está adelantando a las compras. Desde el 1º de febrero se empezaron a mover las ventas como si fuera comienzo de clase. Las familias van comprando las mochilas, carpetas; comprando todo de a poco”.
En cuanto a los compradores: “muchos matrimonios con los chicos chiquitos; después adolescentes andan buscando precios, miran los productos. A decir verdad, lo caro se vende más que lo barato. Eso no lo entiendo nunca. Hay carpetas económicas, pero los más caros, son los que prácticamente hay que volver a pedir. Vienen unas carpetas hermosas con relieve, con elástico; eso es lo que más se vende. Las mochilas, lo mismo: las de personajes, son las que más cuestan y las que más se llevan. A lo mejor hay una mochila buenísima, de calidad, grande, pero no la quieren, porque los chicos quieren los personajes que ven en la televisión”.
Mochilas, “desde 225 pesos hasta 700 ú 800 pesos. Y carpetas de $35, $60 las de personajes, y $120 las más buscadas, con relieve y otros detalles novedosos. Los cuadernos Citanova, carpetas a las que se les cambia las hojas, tan lindos que dan ganas de empezar a estudiar. ¡Eso se mueve mucho!”, concluye diciendo Chicha Losno.