La fábrica encargada de proveer baterías para Samsung sufrió un incendio esta mañana en el municipio de Tianjin de la Republica Popular de China. El siniestro ocurre después del fallido lanzamiento del Galaxy Note 7, que le costó unos USD 5.300 millones a la firma, que tuvo que retirar el modelo del mercado por sus inesperadas explosiones.
El incendio no estalló en la línea de producción, sino en el sector de la fábrica que almacena los desechos, incluyendo baterías defectuosas.
Se necesitaron 110 bomberos y 19 camiones para extinguir las llamas. Según los socorristas, "lo que se prendió fuego fueron las baterías de litio almacenadas dentro de la planta", pero no confirmaron que si trataba de dispositivos del Galaxy Note 7.
A pesar de los incidentes, Samsung promete lanzar su nuevo modelo smartphone Galaxy S8 en el primer cuatrimestre de este año.
Fuente: Infobae.