El pasado domingo sesionó la Asamblea Anual Ordinaria de renovación de autoridades de la Asociación Israelita, confirmando en la presidencia de la entidad nuevamente a Amanda Feisbuz de Kleiner, quien ejerce el cargo desde hace ocho años y continuará en el mismo los siguientes dos.
Consultada Amanda “Pocha” Kleiner comenzó la requisitoria periodística afirmando que “serán dos años más para seguir luchando”.
“Prácticamente nuestra entidad tiene todo hecho, pero siempre quedan cosas por hacer, mas que nada alguna reforma en cuanto a lo edilicio y al hermoseado del edificio y del salón de eventos”.
Kleiner contó que el próximo mes de marzo el Profesor Mariano del Prado se recibirá de Rabino, en Israel, donde se encuentra desde hace 3 meses, por lo que desde el próximo invierno “la entidad tendrá mucha actividad, en virtud de volver a tener un Rabino que oficie las ceremonias”.
Al hablar de la realidad social de la comunidad judía suarense Amanda Kleiner explicó que “actualmente no tenemos jóvenes viviendo en Coronel Suárez que continúen con el trabajo de nosotros, que ya estamos muy grandes, todos. Somos una comunidad muy pequeña, de unas 18 o 20 familias, pero igualmente todos somos muy trabajadores y tratamos de mantenernos unidos”.
En el mismo sentido la actual Presidente recordó que cuando se radicó en nuestra ciudad, en 1959, la comunidad judía estaba compuesta por 200 familias.
“Recuerdo que en aquellos tiempos, durante las fiestas de la comunidad, había que hacer cola para entrar a la Sinagoga y ahora todos los espacios nos quedan inmensos”.
“Afortunadamente tenemos socios protectores que se han radicado en otras ciudades, que son hijos o nietos de quienes han vivido en nuestra comunidad, que colaboran permanentemente para el cuidado de la institución y nuestro Cementerio”.
Sobre el benefactor que la entidad supo tener, la Señora de Kleiner explicó que “hace dos años que ya no lo tenemos como benefactor porque tuvo que retirarse de los negocios argentinos producto de las trabas a la importación que dispuso el gobierno anterior, por lo cual volcó sus negocios en Perú, sin embargo mantenemos los lazos de amistad y su legado: el Rabino”.
Finalmente, al abordar la actualidad asociativa, la reelecta Presidente señaló que “somos filial de la DAIA y participamos activamente de las reuniones mensuales, ya que el año pasado nombramos como representante nuestro ante DAIA a Javier Goldenstein, un joven de Pigüé que estuvo trabajando en Suárez con Ana Lía Pogost un tiempo y luego se radicó en Buenos Aires”.