El año pasado se hizo público el cierre de talleres de calzado, la reconversión en algunos casos a cooperativas de trabajo, el goteo constante de despedidos achicando la cantidad de personal y la demora infinita en los pagos de los salarios en casi todos.
Los microemprendimientos de calzado son una parte muy importante en la economía suarense. Nacieron como resultado de la gran desocupación que dejó hace muchos años atrás la caída de la empresa Gatic y fue la salida laboral para muchos trabajadores.
Ahora la actualidad económica está provocando una nueva crisis, que en nuestra ciudad impacta fuerte.
A lo largo de todo el año pasado se perdieron 250 puestos de trabajo en blanco en los talleres de calzado. Esos trabajadores o están desocupados o están en situación irregular, trabajando en negro, sosteniendo las fuentes laborales, cediendo a sus propios derechos.
Consultada Mariela Holzmann, Delegada del gremio UTICRA, dijo a La Nueva Radio Suárez que “el año pasado tuvimos un año muy malo. Terminamos trágicamente, como todos lo saben. En cuanto a las expectativas las nuestras son las mejores, queremos pensar que esto va a cambiar, pero no es este el momento ni la fecha para pensar que sea así, porque en esta fecha del año no hay grandes cambios ni grandes decisiones todavía”.
Indicó que lo que transmiten desde la conducción central gremial “es que vamos a tener seguramente, todavía, sobresaltos, teniendo que prestar especial atención a lo que hay, lo que queda. Lo que hay no es gran cosa, nuestra actividad cayó totalmente. Acá en Suárez recibimos hace menos de una semana el primer despido del 2017 dentro de los talleres de calzado. Fue un despido sin motivo, sin causa, uno más como los que recibíamos en el 2016. No es un aliento recibir un despido y en esta fecha del año, la más cruel. Volver de vacaciones y que te despidan”.
Agregó que “para las pequeñas pymes son muy altos los costos laborales, asumir estos gastos impositivos tan caros. Quien mira la economía que está llevando este gobierno adelante ve muy difícil que esto cambie, porque es una ronda cambiar un poco todo esto. No hay expectativas de cambio, se comenta, se habla mucho, pero no hay una definición”.
En torno al fantasma de las importaciones indicó que “hasta el momento no se ha definido un parate de las importaciones, como para que esto empiece a cambiar. Por eso es que estamos en una fecha del año en que no podemos imaginar lo que puede llegar a pasar. Es lamentable no tener una expectativa buena, no hay pautas que nos puedan dejar tranquilos”.
Hablando específicamente de los microemprendimientos de calzado de Coronel Suárez, la dirigente del gremio UTICRA dijo que “no va a cambiar la realidad, ni aunque mejore un poquito. Porque la situación se ha tornado muy difícil. Hoy sabemos que hay muchos talleres que tienen su aparado afuera, en forma totalmente informal. No de antes, sino nuevo. A raíz de los despidos que se produjeron el aparado se está haciendo en lugares privados y totalmente en una situación irregular. Eso no va a cambiar, porque es la comodidad para el empleador que dice que no puede sostener los costos de tener trabajadores en blanco”.
Sobre los despidos producidos a lo largo del año pasado, Mariela Holzmann confirmó que “los despidos empezaron por goteo, en los meses de marzo, abril. El flujo fuerte fue en junio, julio. Por goteo siempre hubo a lo largo de todo el año. Creemos que va a seguir habiéndolo. Hay ahora mucha gente trabajando en negro, vamos a dejar que el Ministerio de Trabajo haga su tarea. Cuesta muchísimo. El gremio está insistentemente en la tarea de ayudar al trabajador, porque se trata de su bienestar. Pero hoy hay una realidad: el trabajador no quiere levantar un dedo por el temor que hay y los entendemos”.
La titular del gremio UTICRA adelantó que “hay trabajo en negro que se está dando en todos los talleres. La gente en la situación que vive no abre la boca, y nosotros lo sabemos. Somos conscientes de la situación. Esto no ayuda a mejorar. Por eso sabemos que en Coronel Suárez no va a mejorar en este sentido”.
Mariela Holzmann agregó que “hoy estamos con alrededor de 70 trabajadores entre todos los emprendimientos, y se dio una baja de 250 afiliados el año pasado. A nosotros esto nos desplomó como gremio, sufrimos la situación de no saber hasta cuándo le vamos a poder dar la atención de esta oficina, que es una comodidad para lo sindical y para la atención de la obra social –OSPICAL- que sostiene el Sindicato”.
Finalmente expresó que “tenemos el temor de hasta cuándo vamos a poder, si la situación sigue así. Hemos sobrellevado hasta el momento todos los impagos que tenemos desde los talleres, los cuales creemos que no se van a recuperar nunca, porque hay muchísima deuda. Y los que están siguen con la temática que no pueden hacer frente a la situación y no aportan lo que tienen que aportar, por lo que todo se torna muy difícil. Así y todo estamos, ponemos la cara y tratamos de atender todo lo que se pueda. Soy consciente totalmente de esta difícil realidad. Igual tenemos la esperanza que algo, un click, se haga y esto cambie”.
El mensaje para los empleadores “que quedaron con muy poca gente y que aparentemente están trabajando, que tomen conciencia que la gente necesita un aliciente, salir con su sueldo al día, no cobrar en cómodas cuotas, cobrar el aguinaldo”.
La dirigente expuso luego en la entrevista periodística que “tenemos por las paritarias del año pasado un aumento que van a cobrar a partir del 1ero de enero y una semana remunerativa que son tres cuotas, con sumas, según las categorías, que rondan entre los $1.500 y $1.070. Esto no se está cumpliendo y eso lo vemos en los recibos de sueldo. Aclaro que no tengo quejas de la gente, pero veo los recibos de sueldo al momento de dar la atención y sabemos que la gente no está cobrando lo que corresponde. Hay un taller que está pagando muy mal, el de Fogel, María del Carmen. Algunos trabajadores sí me lo han hecho saber, diciéndome que no se quieren quejar porque es lo único que tienen, lamentablemente. Dicen que están cobrando mal, en cuotas, a pesar de los despidos que hubo, las promesas que íbamos a estar bien y que hay trabajo, porque a este taller es la única empresa a la que DASS le da trabajo. Me dicen que no se pueden quejar, porque en Suárez hay colas de desocupados”.
Agregó Mariela Holzmann que “yo no estoy tranquila, nada cambió como para estar tranquila. Siento la intranquilidad que siempre va a venir un compañero con algún problema, como de hecho sigue sucediendo”.