Por medio de la presente quiero hacer publica mi preocupación por la salud de una joven de 26 años, Sandra Bazán, quien presenta un tumor benigno en la zona de la hipófisis.
Ella pertenece a una familia totalmente indigente, recibe el apoyo desde la Municipalidad, quien se hizo cargo de los costos y fue acompañada por Asistentes y Desarrollo Social de la Comuna en todo este largo proceso, esperando la intervención quirúrgica, pero a pesar del esfuerzo de todos y todas, llamadas desde Salud y Acción Social, viajes a la ciudad de Bahía Blanca y Buenos Aires, la ansiada operación no se concretó.
A lo largo de este proceso del que les hablo, que comenzó cuando le diagnosticaron el tumor, viajo a Bahía Blanca el 27 de diciembre del 2014, realizando otros viajes a esta ciudad, y el 18 de septiembre del 2015 le dijeron que esa operación no se podía concretar en Bahía Blanca y que tenia que asistir a un centro de mayor complejidad.
Por otros contactos que se realizaron fue atendida en el Hospital de Clínicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde concurrió por primera vez en febrero del 2016, siempre con la compañía de su madre, quien a su vez debe dejar en Suárez a otro hijo discapacitado.
Luego de los estudios le dieron fecha para operarla el 17 de mayo del 2016, pero la operación fue suspendida por problemas administrativos.
Solucionados los trámites administrativos el Hospital le pide la negativa provincial, por lo que debe viajar nuevamente a Bahía Blanca donde le habían dicho que debían concurrir a otro centro de mayor complejidad y no le quisieron firmar la negativa necesaria para aprobar la operación en Buenos Aires, después de varios viajes y llamadas se consigue la bendita firma.
Ahora si!!! Todo listo para operar, le dieron turno para el lunes 16 de enero del 2017, desde el Municipio se encargaban de trasladarla el sábado, ya que el domingo se debía internar, pero unos días antes llamaron para avisar que nuevamente se suspendía la operación, por estar el tomógrafo roto indispensable para llevar a cabo la intervención.
Sandra está en este momento con fuertes dolores de cabeza, tomando cantidad de analgésicos, tiene hipertensión, afectada la vista, entre otros síntomas producto del tumor, pero además de los problemas físicos y funcionales siente pisoteada su dignidad como persona, inclusive le dijo a la madre: “están esperando que me muera para darme el turno”. Y ese pisoteo se extiende a su mamá y toda su familia, y creo personalmente que también a todas aquellas personas con calidad humana que trataron de concretar la cirugía y darle calidad de vida a Sandra.
Viviana Mónica Hubert, DNI 16.064.800.