Como es tradicional cada año previo al 6 de enero se cumplió con la bajada de los Reyes Magos que llegaron hasta el Polideportivo Municipal de Coronel Suárez cargados de juguetes para los niños de nuestra ciudad.
Melchor, Gaspar y Baltazar repartieron una gran cantidad de pelotas y juegos de mesas a la multitud de bajitos que los esperaban formados en filas, tras la finalización del pesebre viviente.
Desde aquellas jornadas organizadas por los Bomberos Voluntarios varios años atrás, la Municipalidad ha sido continuadora de esta propuesta que pretende llevar alegría a los niños y que todos tengan su juguete de Reyes.
Previamente se desarrolló el pesebre viviente con los momentos característicos de esta solemne ceremonia: la anunciación del Ángel Gabriel a María, el camino hacia Belén, el establo y por supuesto el Nacimiento del Niño Jesús.
Escenas sumamente significativas que se coronan con la llegada de los ángeles y pastores, y finalizan en la epifanía, es decir con la llegada de los Reyes Magos de Oriente, trayendo consigo oro, incienso y mirra.
El marco musical lo puso un ensamble de la Escuela Municipal de Música bajo la dirección de Ángel Schamberger, en la que un coro junto con las guitarras, un charango, un violín, un saxo, un clarinete y un piano hicieron de la ceremonia una puesta en escena de jerarquía.
Al finalizar el pesebre, mientras los Reyes se dirigían hacia donde aguardaban los ansiosos niños, el locutor oficial del Municipio reflexionó "compartimos la alegría y felicidad que nos proporciona saber que Dios sigue haciéndose hombre en cada etapa de nuestro camino, a pesar de nuestros tropiezos y errores".
"Recordar este hecho que cambió la historia de la humanidad nos ayuda a cambiar la nuestra también".
El mensaje final concluía señalando que "A pesar de los problemas y dificultades que existen en nuestras vidas, contemplemos con esperanza el gran misterio de Dios. Él quiere instalarse entre nosotros y nos invita a adorarlo y servirlo en nuestros hermanos más necesitados".