Algunas informaciones aparecidas a nivel nacional dan cuenta que el gobierno quiere bajar la edad de imputabilidad en el delito de 16 a 14 años, para ello se convocará a una mesa de especialistas para analizar cambios en el Código Penal, ya que se busca modificar el Régimen Penal Juvenil por ley.
Consultamos al Lic. en Trabajo Social Gabriel Nebbia, quien está a cargo del Patronato de Liberados que funciona en Coronel Suárez, para conocer su opinión sobre este particular debido a su experiencia y conocimiento.
“Cada vez que hay algún acontecimiento que toma estado público –como el asesinato en el medio de una balacera entre policías y delincuentes, uno de los cuales resultó ser menor- se vuelve a barajar la posibilidad de la baja de la imputabilidad. Lo he sostenido muchas veces, claramente, este no es el camino para solucionar estas cuestiones. Evidentemente hay un sector que está muy postergado, muy excluido, con muchos derechos vulnerados, que tiene que ser de alguna manera incluido en el resto de la sociedad”, dijo de manera contundente en las primeras expresiones de la entrevista.
“Estos sectores se incluyen a través de políticas educativas, a través de políticas habitacionales, de garantizar la salud, de garantizar el trabajo digo, porque sino estas grandes masas de poblaciones que están por fuera de los circuitos formales económicos y educativos evidentemente transitan una situación límite. Yo creo que el camino no es la pretensión de aumentar el control social, sino la creación y la profundización de políticas sociales que puedan verdaderamente incluir y dar futuro a todos estos chicos que están a la nada, sin esperanzas, sin perspectivas”, indicó más adelante el Lic. Nebbia.
Reflexionó que “cuando se habla del concepto de seguridad ese concepto quedó reducido a lo que tiene que ver con lo represivo. Cuando Naciones Unidas habla del concepto de seguridad lo piensa como el poder garantizar el acceso a todos los derechos que tienen las personas: a vivienda digna, a agua potable, a cloacas, el acceso a todos los niveles educativos, a trabajos que estén bien remunerados. Cuando todo eso falla o se invisibiliza el concepto de seguridad queda reducido. Cuando dicen que aumentó el gasto en seguridad no se está hablando de lo que dice Naciones Unidas, sino que se aumentaron las cámaras, los patrulleros, que salieron más policías, más pistolas, más chalecos. Pero no de lo que verdaderamente se debería entender del concepto de seguridad ciudadana. Este cuento de la policía en la calle es un cuento viejo, si la cuestión fuera más policías en la calle ponemos 10 mil más y con eso debería lograrse una baja del delito. Pero no pasa por acá! La prevención pasa por la inclusión de todo ese inmenso espectro de adolescentes que están fuera de todos estos circuitos ya mencionados y que se están criando en un aspecto de sobrevivencia absoluta”.
“En lugar de poner 20 mil policías en la calle habría que poner 20 mil espacios comunitarios, trabajadores sociales en la calle, psicólogos, profesores de educación física, las escuelas abiertas las 24 horas. Todo un sinfín de actividades lúdicas, educativas, artísticas, creación de oficios y todo aquello que incluya a aquellos que están postergados y marginados. Si a todo esto le queremos agregar la policía adelante. Pero el inconveniente viene cuando se cree que más cantidad de policías, más armas y chalecos antibalas van a tener incidencia en la baja del delito. Eso es un infantilismo sin ninguna explicación” finalizó Gabriel Nebbia.