La Nueva Radio Suárez entrevistó a Sergio Pane para conocer cómo fue la reparación del reloj que está en lo alto del Palacio Municipal.
Este objetivo se mantuvo en secreto porque el Ejecutivo Municipal pretendía que el sonido de las campanas del reloj sorprendiera a los suarenses.

En principio se había pensado para la noche de Navidad, pero el tiempo no fue suficiente y finalmente se logró para la 0 hora, el punto límite horario entre el año que se iba y el 2017 que inauguraba su llegada.
“Nosotros empezamos a trabajar en esto el 1ero de diciembre”, explicó Sergio Pane, contando que se pasó de un sistema manual a uno digital: “tenía un sistema manual, con una maquinaria de más de 100 años, que aún está ahí arriba , porque para desarmarla es muy complejo, pesa más de 200 kilos, hay que desarmarla toda, volverla a ensamblar bien, ya que si bien ese mecanismo no se va a poner en funcionamiento lo vamos a colocar en el Mercado de las Artes, junto a algunos vidrios que formaban los cuadrantes de los relojes, las viejas agujas, como para que la gente pueda apreciar el funcionamiento antiguo del reloj. Es como un pequeño reloj viejo, pero en gran escala. Para darle cuerda había que poner una manivela y cada un día y medio subir unas pesas de más de 40 kilos, lo que llevaba a que el mantenimiento para que el reloj funcione sea muy complejo”.
En su momento el tornero Ruiz Díaz realizó una reparación con mucha voluntad, pero como el mantenimiento era muy difícil no pudo sostenerse por mucho tiempo el reloj en funcionamiento por este sistema manual que tenía el mecanismo del viejo reloj.
“Es una maquinaria que estaba pidiendo cambios hace mucho tiempo. No solamente por el desgaste lógico, sino por el tipo de tecnología que utilizaba. Invertir tiempo en reparar eso no valía la pena”.
Por eso se pasó a un sistema de funcionamiento electrónico, que demandó mucho trabajo, creatividad, empeño y el compromiso de muchas personas para lograr que se viera con la misma estética que siempre tuvo.
Sobre el particular Sergio Pane indicó que “de lo que estaba no se utilizó absolutamente nada, pero contratamos a un diseñador gráfico y teníamos dos posibilidades: una era hacer algo muy moderno, con un acrílico gigante, totalmente blanco; o como se le ocurrió a partir de una foto que conseguimos, de que conserve la misma estética que tenía en 1912, cuando se inauguró. Cuando la Municipalidad se construyó no tenía esa cúpula, fue un anexo que se hizo luego. Nos gustó la idea, que la gente pueda verlo funcionar tal cual lucía el día en que se puso en funcionamiento por primera vez”.
Pane dijo que “la estética es exactamente la misma que ese año, incluso se ve que en algún momento las agujas fueron cambiadas, no eran las originales, por lo que tuvimos que buscar fotos, sacar el largo de cada una, la forma, las cortamos en duraluminio en Mar del Plata con láser, para que queden lo más parecidas posibles. En cuanto a los números, con una computadora se diseñaron. Nuestra única base era una vieja foto de aquella época. Sí es verdad que se modificó un poquito: si la gente mira en la foto de ese año la aguja que marca la hora y la que marca los minutos tenían muy poca diferencia una de otra en su largo, por lo que se hacía difícil detectar cuál era la hora y cuál los minutos. Por lo que decidimos en una de ellas quitar algunas centímetros, en la aguja que marca la hora”.
Contó que “antes el reloj marcaba a cada hora un campanazo y a cada media hora dos campanazos. Ahora la cantidad de campanadas que da el reloj está relacionada con la hora de ese momento”.
Informó que “tiene un sistema de puesta en hora satelital, o sea que el reloj está sincronizado con lo que se llama la hora mundial y desde ahí uno la corrige de acuerdo al país en el que esté; nosotros tres horas menos de lo que sería la hora mundial. A partir de ahí electrónicamente todo se maneja a través de esa hora”.
A pesar de esta digitalización, “sigue habiendo una parte mecánica. Hay botones para poder mover las agujas, ese tipo de cosas. Así que creemos que no tiene que haber problemas. Sí hay algo que podríamos llamar fusibles, en el caso que caigan piedras o haya un viento muy grande que, si el reloj se va de hora, actúa y a las 2 horas y media el reloj intenta automáticamente ponerse en hora, cuando detecta que ya no hay más una fuerza externa que intenta vencer el motor. Nosotros hemos hecho muchísimas pruebas y desde que lo tuvimos prendido en el taller nunca tuvimos ningún problema de que atrase o adelante”.
Un secreto: “si alguien anda algún día a las 4 y media de la mañana o de la tarde por la zona párese cerquita y mirando el reloj de su celular van a ver que el reloj hace todo un movimiento para ponerse en hora nuevamente si detectó que algo está mal. Es interesante ver al menos tres paneles, ver todo el trabajo que hacen para volverse a sincronizar y ponerse en hora”.