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Padre Leandro Volpe, Párroco de los Pueblos Alemanes.

“La navidad cobra sentido en Cristo”.
“Con Dios, y las reconciliaciones que de eso devienen: con nuestro prójimo, con uno mismo. Desde la reconciliación con Dios, también viene la reconciliación con los otros y consigo mismo. Lo importante de la Navidad es que lo que no se asume no se redime. Es decir, que si uno no se reconcilia consigo mismo, difícilmente pueda seguir construyendo hacia adelante. El encuentro con uno mismo, con la propia realidad, con lo que cada uno es, en todo caso nos ayuda a saber, que cosa podemos potenciar en esta vida, y que cosa debemos dejar de lado”.

Impecable en su reflexión. Implacable en lo que tiene para decir.
La reflexión del Padre Leandro Volpe en el marco de esta próxima Navidad. Vale la pena tomarse un ratito para tomar en cuenta sus dichos.
“Lo que significa la Navidad, es Cristo. Muchas veces se leen tarjetas que son repartidas en instituciones –que se encuentran en los comercios-, decía ´La magia de la Navidad que habite entre nosotros…´ Nunca hay que olvidar, que ante todo, la magia de la Navidad es Jesús. El espíritu navideño, en sentido propio, es Cristo, es Jesús, es Él. La navidad es en torno a Jesús, y luego las cosas que tienen que ver con Él”.
“Y en ese sentido, si el encuentro con nosotros mismos, con los demás, pero todo partiendo de lo que viene a ser Jesús entre nosotros. El espíritu navideño es Cristo, y en ese sentido es lo que no hay que perder de vista cuando hablamos de navidad”.
Habló de los signos prácticos de la Navidad: “el primero tiene que ver con el pesebre, que hay que seguir armándolo y que no puede ser que no esté. Una vez, en un periódico católico se hablaba que el árbol no tape el pesebre. El árbol cobra sentido de ser el lugar que señala a cuyos pies está el pesebre. La navidad cobra sentido desde Cristo, y en ese sentido, lo que se ve es el pesebre. De todas maneras, lo que no puede faltar es justamente eso”.
El Padre Leandro Volpe advierte que es cierto que desde la campaña publicitaria no ayuda en el sentido que no suele mostrar lo que es verdaderamente principal en torno a la navidad, y de hecho, cada vez menos. Por ejemplo, el reemplazo de las palabras, cuando se reemplaza Feliz Navidad y Felices Reyes, por Felices Fiestas, término este último que indica bastante menos que los dos anteriores.
El sacerdote luego señala que “También hay que pensar desde lo publicitario que cada uno de nosotros es transmisor de buenas noticias. Es decir, no es problema solamente mediático. Yo también, en el contexto de persona a persona, de familia en familia, de abuelos a nietos, de padres a hijos. Me parece que culpar a los medios es bastante injusto. Como en general, tenemos cierta tendencia al ´otroísmo´, la culpa la tienen los otros: siempre es el otro el responsable que algo no ande, siempre es el otro el responsable. Entonces, podemos pensar que puedo hacer yo en relación a esto, como puedo contribuir a mantener auténticamente el sentido de la Navidad”.
En otro de los gestos prácticos el Padre Leandro señaló que “no estaría mal que en los regalos que trae Papá Noel, tengan alguna estampita o un sticker que tenga que ver con Jesús, ¿por qué no? Si en todo caso, Papá Noel viene, porque viene Jesús. En ese sentido, antes que pelearse con Papá Noel, con los medios, o lo que sea, hay que preguntarse ¿qué puedo hacer yo con eso, y llevarlo a un sentido mucho más elevado o auténtico”.
En cuanto a la celebración litúrgica, recordó que “la Navidad, es Cristo. Las cosas de alguna forma, ocurren en la celebración. La misa de navidad no es la parodia del nacimiento de Cristo, como tampoco las cosas que celebra la iglesia en semana santa, no es el teatro de lo que le pasó a Jesús. Es la realización en signos de lo que auténticamente está haciendo Cristo a través de eso. De tal manera, que cuando uno piensa en una navidad sin la celebración litúrgica, en todo caso, lo que está pensando es en un cumpleaños sin cumpleañero, lo cual hace carecer bastante de sentido la celebración”.
En el final de la entrevista, el Padre Leandro Volpe, Párroco de los Pueblos Alemanas, dejó una nueva reflexión en el marco de la Navidad, habló de la reconciliación, “con Dios, y las reconciliaciones que de eso devienen: con nuestro prójimo, con uno mismo. Desde la reconciliación con Dios, también viene la reconciliación con los otros y consigo mismo. Lo importante de la Navidad es que lo que no se asume no se redime. Es decir, que si uno no se reconcilia consigo mismo, difícilmente pueda seguir construyendo hacia adelante. El encuentro con uno mismo, con la propia realidad, con lo que cada uno es, en todo caso nos ayuda a saber, que cosa podemos potenciar en esta vida, y que cosa debemos dejar de lado”.

 
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