Hace unos días atrás, en una entrevista al Dr. Mariano Sein, Presidente del Círculo Médico y Médico del Hospital, al evaluar la reunión mantenida entre el Intendente y los profesionales médicos de Coronel Suárez, entre otros aspectos abordados de ese encuentro, hizo un reclamo fuerte porque el Hospital no tiene convenio con la obra social OSPIC, que atiende a todos los trabajadores que están en la empresa de calzados DASS, obra social del gremio SOCAYA, manifestando, entre otras cosas, que “entre todos los contribuyentes estamos pagando lo que debe pagar esta obra social”.
Por esto era importante mantener una entrevista con Claudio Streitemberger, Delegado Gremial del SOCAYA en Coronel Suárez. También para hablar de otros temas
“Se produjo a principio del 2016 un corte de la obra social, restableciéndose las atenciones en el mes de marzo. Lo que se pudo restablecer fueron las atenciones ambulatorias por parte de los profesionales, y también con lo que tiene que ver con estudios por imágenes: radiografías, ecografías, etc. En el mes de junio o julio recuperamos la atención de laboratorio, todo lo que tiene que ver con análisis. Quedó sin acordar lo que se refiere a cirugías programadas y las internaciones. Las internaciones fueron manejadas con una muy buena predisposición por parte de la Directora del Hospital, Marta Travería, de la institución Hospital, donde nos recibían cada vez que teníamos alguna situación de urgencia”.
El dirigente explicó que “las urgencias eran atendidas, pero el cirujano no cobraba sus honorarios. Ahí se produce el enojo. Nosotros la atención la tenemos cubierta en Bahía Blanca, que realmente es un trastorno. Pero esto es para cirugías programadas. Es en el Hospital Matera de Bahía Blanca, e inclusive se le paga el combustible y si los afiliados no tienen en qué ir los llevamos nosotros”.
Agregó el Delegado Gremial que “el Hospital le factura a OSPIC”.
Streitemberger luego comentó que “los médicos de la obra social han manejado las facturaciones a un régimen de honorarios, establecidos por la Superintendencia de Salud, que establece un margen de costos. Ante esta situación la verdad que no han llegado a un acuerdo. Marta Travería buscó la forma de establecer contacto con nuestros médicos, siempre por teléfono. Recién se consiguió un contacto personal hace cosa de un mes atrás, donde vinieron dirigentes a nivel nacional y un médico auditor”.
“Llegaron a un acuerdo que se llevaban las inquietudes a Buenos Aires y dentro de quince o veinte días se juntaban para ponerse de acuerdo en los honorarios de los cirujanos. En esa reunión se estableció que a partir del 14 ó 15 de noviembre el Hospital le facturaba a OSPIC valores superiores a los que en su momento habían acordado. El acuerdo fue de palabra, no hay nada escrito, firmado. He hecho contacto con OSPIC y hasta ahora no he recibido ningún tipo de noticias”.
El titular del SOCAYA reconoció que “tenemos temor que se nos produzca un corte nuevamente de obra social, sabiendo que esto se trata, lamentablemente, de plata y de negocio, dejamos la salud de lado, los médicos cirujanos quieren cobrar y la obra social quiere que no le cobren mucho los cirujanos. Pero tienen que ver los dirigentes a nivel nacional, no lo podemos manejar nosotros. Tenemos la mejor predisposición, poniendo la cara y saliendo adelante con las cuestiones que los trabajadores presentan en materia de salud. Estamos trabajando en esto y esperamos que en el transcurso de estos días la dirigencia a nivel nacional les de respuesta, como habíamos quedado”.
Más adelante en la entrevista Claudio Streitemberger se refirió al trabajo en la empresa DASS: “ha sido un año duro, de muchos cambios, todo cambio irrita. Siempre se mantuvo un equilibrio interno entre gremio y empresa, donde siempre la empresa buscaba sus beneficios y nosotros tenemos que tratar que ese beneficio no perjudique al trabajador. Ahí tenemos un diálogo donde vamos buscando el mejor equilibrio para darle la respuesta y que la gente esté contenida, y esté bien trabajando como corresponde”.
En torno a que el personal está trabajando parado, explicó que “se estableció un turno fijo, se agregaron más líneas, más gente y las sillas no alcanzan. Eso se está manejando, buscando un equilibrio entre líneas. Por ejemplo, si hay una línea que tiene 30 sillas y una donde hay 2 sillas se busca un 50 por ciento de trabajadores con quince sillas. Nos vamos acomodando, hasta que, supuestamente, la empresa había dictaminado de comprar más sillas, más bebederos. De ventilar más, hay una nave –nave 1- muy complicada por el calor, donde se concentra todo el armado del calzado. Se han puesto más ventanas, reacomodando ventiladores. Se decidió en una reunión que tuvimos de descomprimir esa nave, donde van a llevar líneas de armado a otra nave, para descomprimir el calor en ese sector”.
En cuanto a los horarios de trabajo explicó que “se va a establecer en dos etapas, a partir del 1ero de marzo hasta el 1ero de noviembre vamos a trabajar de 7 a 15 horas, y del 1ero de noviembre al 1ero de marzo de 6 a 14 horas”.
Agregó que “la gente está molesta con algunas cosas que se dijeron a principio de año, nuevos desafíos, nuevos logros, nuevos tiempos. Y la verdad que de los nuevos tiempos seguimos estando igual, y la verdad que los desafíos los tendrán ellos y nosotros también, porque nos cuesta cada vez más llegar a fin de mes. La verdad que nuestro salario, de todos los trabajadores, no solo de esta empresa, ha quedado muy desvanecido. Ha sido un año muy duro”.
Sobre la expectativa para el año próximo indicó que “nos han dicho que para el 2017 apuntan con mucho trabajo, con buena expectativa. Eso nos deja un poco tranquilos”.