El pasado sábado Jorge Lanata en su columna de Clarín, al igual que otros empleados de la firma editorial, pone reversa, cepilla contra veta. Este pájaro carpintero que ha orado la mente de sus adoradores y obtuvo por ello que Cambiemos sumara votos en las últimas elecciones, inicia con astucia y malicia el retroceso de aquel camino que fue su trabajo para el multimedio, de picotear las mentes de sus oyentes, televidentes y lectores, sin pedir disculpas a los convencidos, algunos de los cuales fueron despedidos o perjudicados por las subas de tarifas y precios, o jubilados afectados por la situación del PAMI.
No es el único que está pegando la vuelta y se olvida de los que cargó en el colectivo que votó a Cambiemos, al igual que los taxistas de Capital o Mar del Plata y algunos otros. La orden viene de arriba y hay que abrir el paraguas. No todo es lo que se esperaba. Estábamos mejor cuando estábamos mal. En materia de corruptos o ladrones el FPV pierde por goleada. Cambiemos suma cientos de denunciados y procesados, que muchos ni se enteran de ello por el paraguas mediático del que gozan, como si fuera la mafia que se protege a si misma. Por eso es imprescindible anular a Cristina. No importa cómo. Sigue siendo una amenaza, no por sus aciertos, sino por los horrores de Cambiemos y sus falsas promesas. El debate con Scioli, hoy reproducido en la web, es más que elocuente y gráfico. Todo se cae por su propio peso.
Esto que por casualidad o causalidad le puede haber sucedido a algunos suarenses, ocurrió en Capital Federal. Antes de las elecciones quien accedía a un taxi en Capital o en Mar del Plata, por ejemplo, tenían sintonizada la Red, Radio Mitre o Continental. Lanata, Longobardi, Leuco, Bravo, Majul, Bonelli, etc., picoteaban cual pájaro carpintero los cerebros de los pasajeros que estaban obligados por el taxista a escucharlos. Hoy se quieren cortar las… venas. Pero por sentimiento de culpa no escrachan a estos comunicadores que los instaron a realizar campaña gratuita para Cambiemos. Dicen estar arrepentidos, pero nada más. En Mar del Plata, como en otros lugares de la Argentina, también ocurría lo mismo.
De igual modo les sucedió a restaurantes y hoteles o heladerías, etc. – hoy vacíos - donde los televisores tenían la imagen clavada en los canales del multimedio. Ver TN o Canal 13 para los comensales o consumidores de locales con televisor encendido era cosa puesta. No había alternativa. Algunos sabemos por qué sucedía esto, pero queda en usted averiguarlo.
Hoy se sabe que estos “periodistas” que ya cobraban mucho por este servicio “independiente”, que querían preguntar, etc. ganaban sumas extraordinarias y que ahora es mucho mas alta, como los casos resonantes de Lanata o Majul. O las esposas de Leuco y Majul en el Senado de Michetti.
Es verdad, tiene usted razón, no son los únicos que están pegando la vuelta y dejan engrampados a los que convencieron con su silencio cómplice, insinuaciones o acciones a favor de Cambiemos. También hay políticos que optaron por este modelo hoy vigente. De ellos se destacan los que decían hacer oposición constructiva y votaron todo a favor de las políticas del actual gobierno, pero al aire decían lo contrario. O agrupaciones que están usando la estrategia de que algunos de sus miembros son opositores y otros componedores con el gobierno nacional, y ni que hablar con el provincial. Ponen los huevos en varias canastas. Si el electorado no guarda memoria cuando abra el paquete en las elecciones del año próximo se encontrará con pescado podrido, una vez más.
De mis compañeros Peronistas ni hablar. Los traidores a cara descubierta y sin ruborizarse, se desdicen de lo que decían antes de las elecciones. Otros callan y consienten o votan en consonancia con el gobierno. Los hay aquellos que durante la campaña mantenían “prudente” distancia de la defensa de las políticas de nuestro gobierno. Se prendían con el silencio cómplice a cuanta crítica publica que se emitía, al igual que las infamias. Quienes escribíamos y escribimos como Peronistas en defensa del gobierno popular o de la detención de Milagro Sala teníamos la adhesión de Nadie. Dejaban, dejan claro que no son lo que parecen y no parecen lo que son.
Hay que prepararse para las próximas elecciones y todo vale si se da que la población que se olvidó de lo sucedido de 1998 al 2004 también se olvide de esto que le está sucediente a nuestro prójimo próximo.
Esto no es una simple grieta, en una calle cuya distancia entre vereda y vereda es proporcional a la desigualdad, a insuficiencia de solidaridad y justicia que tenga una comunidad.
Entre una vereda y la otra la opción es clara. No hay como equivocarse.
Julio Zaballa - DNI 5.492.952.