Después de cumplir satisfactoriamente todo el programa que se había elaborado y que comenzó con la partida el viernes pasado desde la Escuela Agropecuaria, la delegación de alumnos y profesores recorrieron a caballo una zona prodiga en cuanto a paisajes naturales.
Desde Santa Clara de Miguel Fernández, pasando por el Monte de Frutales, Los Moritos, Lolen, el Parque Ernesto Tornquist y otros sectores que se encuentran en medio de esos puntos distantes del cordón serrano, todo formó parte de la cabalgata que incluye los fogones, el comentario de las experiencias, el sinceramiento sobre la realidad vivida y no faltan las emociones, porque en definitiva se termina valorando en toda su dimensión lo que se tiene, el esfuerzo familiar por brindarles educación, un bienestar acorde a su formación como hombres y mujeres del futuro.
Pasadas las 14.30 horas del lunes, la cabalgata hizo su paso frente a la Escuela sobre la Ruta 85 donde el alumnado de los cursos inferiores aguardaban en el acceso al predio para saludar a la delegación de la cabalgata, para seguir camino al destino final de cada año, la Quinta de Coutchinave, a donde arribaron pasadas las 15 horas siendo recibidos por los familiares con toda emoción tras vivir una experiencia que resulta atrapante y única.
En total fueron 24 estudiantes del sexto año que formaron parte de la cabalgata.
El actual Director de la Escuela es quien desde hace 14 años promueve y coordina las cabalgatas de la escuela. Al llegar a Coutchinave Daniel Maier volvió a remarcar que cada grupo es diferente al anterior. "Siempre decimos que todas las cabalgatas son diferentes. Este grupo particularmente terminaba una actividad muy cansado y se acostaba a dormir, hasta el día siguiente... la mayoría ni siquiera se levantaba a cenar, algo muy raro pero lo disfrutaron mucho y volvieron todos realmente felices".
"Con esto de que cada año los participantes y los grupos son distintos nosotros como docentes aprendemos mucho".
Como anécdota, el Director de la Escuela Agropecuaria nos contó que "antes de llegar a Santa Clara el tractor de la Escuela que tiraba el carro con los bolsos se rompió por lo que tuvimos que salir a conseguir otro pero afortunadamente tenemos una alumna en esa sección rural y su padre gentilmente nos cedió un tractor para ir hasta Los Moritos y el último puesto de Lolen".
"Un año más logramos nuestro objetivo de que los chicos vivan una experiencia distinta y que se afiancen como grupo, porque muchas veces esto no sucede dentro de un aula y con esta experiencia en la que los chicos comparten cinco días aislados de la tecnología y debiendo ayudarse entre ellos los vínculos se fortalecen".
Por último Maier aseguró que "nos quejamos mucho de la juventud pero es de ellos, en estos casos, de quienes aprendemos mucho".
Ignacio Paz, uno de los alumnos de Sexto, al llegar nos contó que "volvíamos muy cansado de las actividades. Me gustó mucho la experiencia de andar a caballo por entre las sierras" y entre risas agregó "nos divertimos mucho corriendo un chancho jabalí que pudimos cazar".
"Es una experiencia muy linda, algo cansadora pero muy emocionante", nos contaron las alumnas Candela Marino y Aldana Lang.
"Se notó mucho como nos hemos unido como grupo. Acá pudimos vernos de una forma totalmente diferente a la que tenemos en el aula", finalizaron