Hace ya 34 años que lo conocí, me llamó la atención un hombre grande casi llorando porque debía dejar la oficina meteorológica que tenia en las proximidades de León XIII e Hipólito Irigoyen y se trasladaba a la Estación Aérea Coronel Suárez.
Parecía como que se resistía a los cambios, pero rápidamente puso en marcha todo el sistema operativo y a partir de allí iniciamos una relación que se mantiene en el tiempo, con los vaivenes lógicos del apasionamiento de cada uno.
Siempre me aconsejó bien, aunque la mayoría de las veces le tuve que dar la razón pasados muchos días, semanas o años.
Hablamos de política, generalmente nunca estuvimos de acuerdo, y si estuve de acuerdo no lo reconocí, porque en definitiva también uno es tan testarudo como él.
Fue pasando el tiempo, más de 20 años en LU36, en la LU36 exitosa, seria y competitiva, y desde el 2000 hasta la fecha es un colaborador incondicional de La Nueva Radio Suárez.
Mas de una vez colgamos el teléfono con una gran rabieta porque Piquio no se calla nada, es como es, no tiene medias tintas, pero es tan valorable reconocer en una persona, sobre todo en esta época “cambalachera”, que es coherente con su pensamiento, que no resiste la improvisación, la mala educación, la intolerancia y la soberbia que lamentablemente en estos tiempos sobran por todos lados.
Cuando se jubiló dijo Jorge Piaggio: “no habrá otro igual”, como dice el tango; y hoy esa frase mantiene la mayor contundencia.
Querido amigo, con encuentros y muchos desencuentros, esa mano tendida siempre y tantos años que hemos compartido nos están reclamando un nuevo encuentro y desde el corazón le auguro en este día muy felices 80 años; como dice el dicho: “viejo Piquio, como pasa el tiempo”; y debo reconocer que muchos de sus consejos no fueron en vano, me enseñó a darle la importancia que el informe meteorológico tiene, hoy todo el mundo habla del tiempo.
Supe de sus largas horas en el Aero sin descanso, sin feriados, sin Día del Trabajo, sin Navidad, si hasta cuando falleció su mamá terminó con la ceremonia fúnebre y fue a tomar la observación. Ese ha sido un ejemplo de servidor publico y esos mismos principios, que predicó con el ejemplo, afortunadamente han sido imitados por sus nietos, quienes hoy seguramente en este día lo rodearán junto a Chicha y Elizabeth con el mayor cariño para un tipo que se hace el duro pero que encierra un inmenso manto de sensibilidad.
Le debo el abrazo del 24 que de cabezón omití el año pasado, pero hoy es la fecha mas adecuada.
Que pase un feliz cumpleaños.
Oscar Durand y sus amigos de La Nueva Radio Suárez.