Un calido acto se llevó a cabo en la Escuela Parroquial del Pueblo San José despidiendo a los egresados del nivel primario, por lo cual los alumnos estuvieron acompañados por sus familias y allegados, todos participes de este momento trascendente en todo el proceso educativo.
Desde el establecimiento han señalado que “en el trayecto de la vida humana hay despedidas que nos suelen hacer llorar, existiendo también motivos que entristecen nuestros corazones y hacen pedazos nuestras almas”.
“En esta ocasión, la despedida que todos damos a los alumnos que terminan su educación primaria no es motivo de dolor y melancolía, sino momento de honda emoción que cristaliza el empeño positivo que supieron realizar en sus estudios elementales. Es también, para los que fueron sus maestros, una enorme satisfacción ver que sus angustias y zozobras, sus ideales y sus trabajos no fueron vanos, puesto que la semilla de la educación que sembraron en sus corazones poco a poco está fructificando”.
La docente de sexto grado “B” fue explicita en su mensaje al expresar que “nunca olviden que en su escuela primaria recibieron de sus maestros la palabra sincera de la enseñanza sagrada, cuya luz infinita fue el faro que los guió a la meta feliz que han alcanzado”.
“Para toda cosa hay un tiempo… tiempo para sembrar y tiempo para recoger, tiempo para llorar y tiempo para reír, tiempo para decir hola y tiempo para decir adiós”.
“Hoy llega el tiempo de decir adiós, tal vez algunos se encuentren de nuevo en el camino de la vida, quizás otros no se vuelvan a ver, pero en su corazón la semilla que se plantó dará flores y frutos que se esparcirán por el mundo. A partir de hoy quedarán grabados en mi corazón los mejores recuerdos… No me alcanzarían las palabras para contar todo lo que las paredes de nuestra aula han escuchado”.