Desde las primeras horas de la tarde, que todo el perímetro céntrico de la ciudad se vio invadido de gente y vehículos lo que acertaban a adelantar que la presencia popular seria desbordante y así fue en todo el desfile y después de la desconcentración.
Ya se registraba para entonces prueba de sonido frente al Palacio de la Municipalidad, las familias comenzaban a visitar los puestos establecidos por las instituciones, la venta callejera gruesos nubarrones que fueron cubriendo el gris cielo que en la mañana presentaba otra tonalidad, pero que fue apurando el desarrollo de los espectáculos que se había programado sobre la Avenida Alsina.
Gente, por todos, la dos, los chicos comprando todo lo que se ofreciera, paseando, pasteles, tortas, pan trenzado, todo los productos que formaran parte de los beneficios que cada entidad pone de manifiesto al servicio de sus necesidades.
Fue un 6 de Agosto, colorido, con suarenses, mas predispuestos al festejo, enorme las delegaciones deportivas en el desfile, lo que concentro mas publico todavía y colores distintivos de las instituciones.
El marco popular fue multitudinario, si bien es una frase hecha, cabe para las generalidades de la ley.
Llegaba el atardecer y seguía ingresando público.