El tribunal de alzada consideró que no hay razones excepcionales para que la mujer procesada por someter a malos tratos a Sonia Molina, continúe cumpliendo detención en la casa de su madre, en Coronel Suárez.
Estefanía Heit (29), quien está procesada junto a su pareja Jesús Olivera (28), por someter a malos tratos a Sonia Molina (33), en su vivienda de Coronel Suárez, deberá permanecer detenida en la cárcel hasta la realización del juicio oral.
Tal situación obedece a que ayer, poco antes de mediodía, la Sala I de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal local revocó el arresto domiciliario que, a principios de abril, le concediera a la imputada la jueza de Garantías Nº 1, doctora Gilda Carmen Stemphelet.
De este modo, los camaristas Gustavo Barbieri, Pablo Hernán Soumoulou y Guillermo Giambelluca, hicieron lugar a la apelación presentada por la fiscal María Marta Corrado, de la UFIJ Nº 14.
Como se informara en estas columnas, pese a ser beneficiada por la decisión de la doctora Stemphelet, la encausada continuaba alojada en la Unidad Penal 4, de Villa Floresta, ya que el fallo preveía su egreso del establecimiento una vez que la resolución quedara firme. Pero esto no ocurrió, sino que, por el contrario, el fallo fue revocado.
El doctor Barbieri fue quien fundamentó en primer término el decisorio de la Cámara y a sus conclusiones adhirieron los doctores Soumoulou y Giambelluca.
"Debo expresar, en sentido coincidente con lo expuesto por el ministerio público, que las razones por las que la magistrada entendió que las circunstancias particulares revestían la excepcionalidad requerida por la norma para otorgar la morigeración, no son tales", expresó el doctor Barbieri.
"O dicho de otra manera --continuó--, las circunstancias valoradas no pueden ser adjetivadas como excepcionales".
El magistrado dijo que si bien la jueza Stemphelet consideró que Heit, en caso de ser condenada, podría recibir el mínimo de 3 años de prisión y que no posee antecedentes penales, no detalló en qué medida esa situación resultaba excepcional.
Por el contrario, remitiéndose a la decisión por la cual la jueza de Garantías Nº 3, doctora Susana Graciela Calcinelli, decretó la prisión preventiva de Heit, opinó que, teniendo en cuenta las características de los hechos investigados, se infiere la posibilidad de que reciba una pena de efectivo cumplimiento.
Lugar de alojamiento.
El doctor Barbieri señaló que tampoco se explicó cuál sería la excepcionalidad de que la detenida fuera alojada en la casa de su madre.
"La contención familiar es una condición esperable e indispensable para el otorgamiento del beneficio, pero otorga un rango más bien de `naturalidad' que de `excepcionalidad'", dijo.
Recordó que la jueza de Garantías consideró que el arresto domiciliario se cumpliría en Coronel Suárez, donde la encausada es conocida por su condición de periodista y que allí se ejercería un fuerte "control social" que neutralizaría el peligro de fuga.
"Nuevamente debo reiterar que ese argumento no demuestra ni justifica por qué razón debiera considerarse que la situación de Heit reviste excepcionalidad", destacó Barbieri.
En este sentido, puso de relieve que el "control" sobre aquellos detenidos beneficiados con una morigeración de la prisión, no depende del vecino, sino que "ello debe quedar en manos de personal penitenciario y/o policial, con apoyo del Patronato de Liberados, y/o por la utilización de un sistema de control de monitoreo".
También discrepó respecto de la afirmación de la doctora Stemphelet, en el sentido de no advertir de qué forma Heit podría influenciar psíquicamente sobre Sonia Molina.
"No se ha brindado ningún tipo de detalle sobre cuál sería la situación actual de Molina, a la que se hace referencia, ni por qué razón esa situación se vincula con la imposibilidad de que la coimputada pudiera influir psíquicamente sobre la primera", expresó el camarista.
"Menos razonable parece esa conclusión --agregó-- si se tiene presente que los hechos que habría padecido Sonia Molina, y que se le imputan a Heit y a Olivera, estarían caracterizados por un marcado componente psicológico, observable en la forma en la que la han influenciado, recurriendo a apelaciones a creencias religiosas, teniendo en cuenta que la damnificada resulta ser una persona fácilmente influenciable y manipulable".
Tampoco compartió el fundamento relativo a que la carencia de una estructura organizativa que respalde a los encartados, signifique necesariamente que no existan peligros de que se influya sobre los testigos o terceras personas que debieran participar del juicio oral.
"Si bien la existencia de una estructura organizativa podría ser un indicio de la presencia de peligro de entorpecimiento probatorio, su ausencia no conlleva a conclusión opuesta", expresó.
"Por el contrario --dijo Barbieri--, entiendo que a partir de diversos eventos y acciones realizadas por la coimputada, surgen indicios que permiten razonablemente presumir que de otorgarse la atenuación a la prisión preventiva a Estefanía Heit, intentará dificultar el progreso de la investigación y/o el desarrollo del debate".
En síntesis, la Cámara entendió que a partir de constancias que surgen de la causa, se advierte la presencia de peligro procesal de fuga y/o entorpecimiento probatorio.
En base a esos argumentos, el tribunal de alzada dispuso hacer lugar al recurso de la fiscal Corrado y revocar la resolución que concedía a Heit la posibilidad de continuar detenida en el domicilio de su madre.
Un caso que conmocionó al país
Estefanía Heit está acusada de los delitos de reducción a la servidumbre, estafas reiteradas y lesiones, en perjuicio de Sonia Molina, imputaciones que comparte con su marido, Jesús Olivera, a quien también se lo sindica como autor de abuso sexual en perjuicio de la misma víctima.
El descubrimiento de los hechos se produjo el lunes 12 de noviembre de 2012, cuando Molina, oriunda de Río Colorado, se presentó en la casa de una familia suarense donde había trabajado anteriormente, y aseguró que estuvo cautiva durante tres meses en la casa de la pareja, donde la habían maltratado y sometido a todo tipo de vejamenes.
Denunciado el caso a las autoridades, se dispuso el allanamiento de la casa ubicada en Grand Bourg 1823, de Coronel Suárez, donde se detuvo a Heit y se habría secuestrado material probatorio de las acusaciones.
Olivera, pareja de Heit y quien decía ser pastor evangélico, fue capturado al día siguiente en la ciudad de Carhué y permanece alojado en la Unidad Penal Nº 19 de Saavedra.