Hoy, 25 de mayo, se celebra un nuevo aniversario de aquel acontecimiento de 1810 que estableció el primer gobierno criollo en nuestro país. Gestado inicialmente como un proceso que se dio solamente en Buenos Aires y que después hubo que llevar hacia los territorios que entonces formaban parte del Virreinato del Río de La Plata.
Hace muchos años que Gladys Meyer es Profesora de Historia, es además una asidua lectora crítica. Entre entras cosas considera que lo que sucedió el 25 de mayo no fue una revolución en su más amplio concepto, por eso comienza diciendo que “todos los años sigo insistiendo que al referirnos al 25 de mayo tenemos que hablar de un movimiento revolucionario. Se gesta un movimiento que va a terminar en revolución a partir del 27 de mayo de 1810 con la circular que invitaba al interior a formar parte de este gobierno que se había formado para el día 25 y que daba lugar a que se sumaran las demás provincias con representantes. A Mariano Moreno la historia lo marca como el principal veedor de todo este movimiento revolucionario. Sin embargo no es el único: podemos nombrar a Castelli, French, Berutti, entre otros. Saavedra, en cambio, se opone a esos cambios que él quiere hacer en forma tan drástica. Tal vez hubiera sido la solución para nuestro país, poner las cosas en su lugar desde un principio. Saavedra lo que quería era tal vez no ir a tanto cambio violento, apaciguando los ánimos”.
Consultada en torno al rol que jugaron French y Berutti, indica que “son chisperos, es decir, están levantando el ánimo a favor de la revolución. Son revolucionarios natos y las cintas que repartieron tenían como destino identificar a la gente partidaria del cambio”.
Agrega que “no fue tan popular la Plaza de Mayo, no nos engañemos, fue la gente elegida, la que se consideraba pensante y revestía en la categoría de lo que podríamos decir ciudadanos. Tenemos que tomar en cuenta que lo que se inició en la Semana de Mayo va a tener su cuota de éxito el 9 de julio de 1816, seis años después, con la declaración de la independencia”.
La docente consultada, luego de hacer otros análisis en torno a las situaciones que vivió el país entre 1810 y 1816, rescatando sobre todo la figura de San Martín por su plan continental para liberar del dominio español a los pueblos de Sudamérica, hace una comparación con los hombres de esos años y las tensiones que se vivieron, destacando que “me parece que hoy en día seguimos con un país en construcción, que necesita que todos nos saquemos las camisetas del partido político y nos pongamos de una vez por todas la camiseta de la patria”.