Bajo el lema “Celebramos Pentecostés, compartiendo nuestra fe”, el Padre Walter Paris, asesor diocesano de la Pastoral de Juventud a nivel nacional coordinó la jornada, dejando un mensaje de esperanza y alegría, con la satisfacción de haber convocado más de 650 jóvenes unidos por un mismo sentimiento para celebrar la Fiesta de Pentecostés, preparándose para lo que será en el mes de julio la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro encabezada por el Papa Francisco I.
“El espíritu de esta jornada es compartir la fe, en vísperas de la celebración del fruto del Espíritu Santo y nos pareció importante poder compartirlo a través de una misión, por lo que vamos a llegar a los hogares con el lenguaje de los jóvenes, marcando el inicio de una vida juvenil cada día más intensa”, expresó el padre Walter Paris al inicio de la jornada Misión Pentecostés 2013, que se llevó a cabo este sábado –18 de mayo—en el salón de usos múltiples de la Escuela N° 7 y que reunió a más de 650 jóvenes de toda la Arquidiócesis de Bahía Blanca.
El sacerdote afirmó que el “gran movilizador y referente de los jóvenes” es el Papa Francisco que con sus gestos, actitudes y la forma en que se “cargó la Iglesia al hombro con sus 76 años” ha sido un ejemplo para toda la humanidad.
El Padre Walter Paris afirmó estar preparándose con “muchas ansias” para lo que será la Jornada Mundial de la Juventud –la primera vez en la historia en Sudamérica--, en el mes de julio en Río de Janeiro donde se espera la presencia de más de 5 millones de personas en la celebración central.
“Será el primer viaje apostólico del Papa Francisco, así que para nosotros como argentinos es una gran satisfacción; el cronograma es muy atractivo, durante una semana Francisco nos acompañará en diversas actividades, hay previstas misas con sacerdotes y seminaristas; encuentros con las diversas fuerzas vivas de la pastoral de juventud” afirmó el sacerdote.
El sacerdote aseguró que el “mensaje de los jóvenes argentinos en Río de Janeiro” será el de COMPROMISO, “lo que nos está pasando como país y sociedad no es meramente un problema político, es un problema global de la sociedad que no se compromete. Cuando podamos vivir un COMPROMISO en todos los estamentos, ahí alumbraremos nuestro corazón; ahora no es tiempo de quejarnos sino de COMPROMETERNOS”, afirmó el padre Walter Paris.