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Los productores retacean la aplicación de tecnología.

La Nueva Radio Suárez consultó al Ing. Juan Ignacio Loos, de la Cooperativa San Martín, para confirmar qué es lo que está sucediendo en esta época de siembra de granos finos.
Hay que recordar que nuestra zona es esencialmente triguera y si bien ha cambiado su perfil, por imperio de las circunstancias, los precios, las políticas gubernamentales, quisimos poner el termómetro para conocer las decisiones que están tomando los productores agropecuarios al decidir por uno y otro grano.
“Es un tema que nos está preocupando un poco, porque en nuestra zona, triguera por naturaleza, nos hemos ido alejando de esta producción con destino hacia la soja. La realidad es que se presenta un panorama donde los márgenes de ganancia son muy finos, inviables en algunas zonas, si tomamos en cuenta el valor del trigo y los costos de siembra y cosecha. Lo que está haciendo ahora el productor es volcándose hacia el cultivo de cebada, no solamente la cervecera, sino también la cebada forrajera”, expresó el Ing. Juan Ignacio Loos, respondiendo a la requisitoria periodística de nuestro Diario Digital. “Este año, evidentemente, terminarán reducidas drásticamente las hectáreas de trigo sembradas por más que en los últimos días el precio a futuro de este cereal ha mejorado un poco. Hay que tomar en cuenta que en nuestra zona el trigo es el cultivo más seguro que tenemos, es el que sabemos hacer mejor, es el que climáticamente conviene. Lamentablemente las políticas, las decisiones que se han tomado a nivel central, entre ellas las retenciones; hacen que el cultivo de trigo, con la aplicación de una tecnología de media a alta, resulte prácticamente inviable. Hay una rotación básica que habría que mantener: un cultivo de invierno, uno de verano, que hace que el sistema sea sustentable en el tiempo. Los cultivos secos de invierno son los que dejan la cantidad de rastrojo que aporta el carbono que el suelo necesita para recuperarse. La soja, en cambio, extrae mucho del suelo y complica la sustentabilidad del sistema: pero los números son los que mandan y muchos productores van a volver a hacer soja en lotes que ya venían de este producto, lo que técnicamente no es lo conveniente” opinó el profesional.
También informó el Ing. Loos que la aplicación en general de tecnología es más baja que en años anteriores y eso se deduce a partir de la merma en los análisis de suelo que realiza el productor, punto de partida para saber de qué está falto, el suelo, para emplearlo a través de las nuevas tecnologías agroquímicas.
“La verdad es que el productor no está dispuesto a invertir en un cultivo que si bien sabe hacer y es el que históricamente corresponde a nuestra zona, no tiene margen para invertir en un producto que después le cuesta comercializar o no gana para cubrir los gastos que demandó la siembra y la cosecha”.