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“Hay otro mundo posible: el que puede incluir, ayudar, amar al otro”.
“El núcleo de todo esto es porque creemos que es lo que nos manda a hacer Jesús: amar al prójimo como a nosotros mismos” expresó el trabajador social.

La Nueva Radio Suárez habló con Gabriel Nebbia, integrante de Comunidad Cristiana, sobre el premio recibido “Dr. Raúl Alfredo Caccavo” el último lunes, entregado por la Municipalidad de Coronel Suárez, sobre la obra que realiza la institución, que es producto de la convicción religiosa y el espíritu solidario de mucha gente que lleva a cabo diferentes acciones.
“Ninguna tarea se puede hacer en soledad o lo pueden llevar adelante una o dos personas. Nuestra obra es el fruto del trabajo en equipo sostenido a lo largo de mucho tiempo. Si pensamos en el Hogar Betania, por ejemplo, este año cumplió 20 años y lo hemos podido sostener a pesar de algunas dificultades, algunos sinsabores. Este es uno de los tantos trabajos que llevamos a cabo. Entre otros también puede mencionarse el Voluntariado que hacemos en el Instituto Hermanas Misioneras, donde hay un grupo de personas que van dos veces por semana y en días y fechas especiales. Hacemos allí un acompañamiento, juegos, otros entretenimientos y sobre todo permitimos un espacio de escucha y de compartir con el otro que por alguna circunstancia está internado en ese lugar, sobre todo con las personas que no reciben muchas visitas”.
La tarea solidaria más reciente es la que se lleva a cabo a través de la Unidad Penitenciaria Nº 19, que se inició hace más de un año con visitas particulares con algunos internos. Ese principio se fue extendiendo y ahora se hace un acompañamiento general: de los algo más de 700 internos que hay en esa Cárcel 350 aproximadamente están en los pabellones evangélicos, a los cuales se realiza acompañamiento.
Sobre la razón de esta tarea solidaria y la motivación por la que la realizan, Gabriel Nebbia expresó que “el núcleo de todo esto es porque creemos que es lo que nos manda a hacer Jesús: amar al prójimo como a nosotros mismos. Nosotros hacemos lo que nos gustaría que hicieran con nosotros si estamos atravesando una etapa difícil de la vida. Creemos que el amor de Dios puede suplir todas estas carencias que nos toca pasar a todos en alguna etapa de nuestra vida. Nos parece que en la sociedad de hoy hay un mundo individualista que es incapaz de mirar al otro, que es incapaz de sentir la angustia del otro. Pero también creemos que hay otro mundo posible, el que puede incluir, sentir, amar al otro, haciendo por él lo que esté a su alcance. Creemos que este es el mundo que construye, lo que ayuda a transformar”.